Columnas de opinión y análisis de la actualidad de Colombia publicadas los sábados en el periódico EL PAÍS - Cali


miércoles, octubre 27, 2010

De Moreno a oscuro

Vale recordar que la elección de Samuel Moreno como alcalde de Bogotá no estuvo inspirada en la convicción en su capacidades; muchos votaron por él en contra de Peñalosa. Esos votos inversos siempre resultan costosos. La administración de Bogotá por parte de Moreno ha sido una catástrofe. Colapsó la movilidad. La ciudad tiene muchas vías importantes cerradas sin que se observen obras en ejecución y en el mejor de los casos, realizaciones lentísimas; el Transmilenio ha decaído en frecuencias y no da abasto; el servicio público de buses sigue en el desorden de siempre. Nadie está contento con esa alcaldía y en este contexto aparece el escándalo de corrupción en la contratación.

La capacidad de autocrítica es escasa en política, y precisamente por ello brilla y debe ser exaltada. Da un gran ejemplo el Polo Democrático cuando muestra que por encima de las asociaciones políticas, está la lealtad hacia la Nación y los principios que valoramos. Es un ejercicio que requiere mucha solidez ideológica y exige arrojo.

Sería más fácil un debate con otro partido, pues los ataques servirían para fijar posiciones y ajustar la dinámica gobierno-oposición. La disputa interna puede fracturar la unidad y desprestigiar al partido, pero si el Polo es capaz de terminar con éxito este proceso habrá fortalecido la democracia colombiana y habrá mostrado una madurez que no tiene ningún otro partido.

Se habla mucho sobre las millonarias tajadas que pagan los contratistas al Estado; se dice de las licitaciones amañadas, se asegura que hay renegociaciones absurdas en los contratos, se alega que los ingenieros alteran diseños, materiales, tiempos para su conveniencia. Todos sabemos que hay corrupción, pero a la hora de encontrarla y extirparla se nos esconde. Permanece solapada entre la sospecha y chisme. Se mueve, como todo lo ilegal, en un mercado turbio donde sólo los implicados tienen acceso.

Este caso le da la oportunidad al país para revisar que es lo que está pasando. El conglomerado de leyes que pretende limitar la corrupción generando cada vez más procedimientos se ha convertido en una excusa para encubrirla. Los servidores públicos se excusan en la ignorancia, y prefieren ser calificados de ineptos que de corruptos. Su defensa consiste en mostrar que han cumplido con el tramite legal, aunque el resultado final sea desastroso. El sector privado que contrata con el Estado se esconde en la engañosa posición de que son víctimas de la corrupción, que sobornan porque es casi una obligación.

Hay una asociación nefasta público-privada dedicada a enriquecerse robando a la sociedad. Nos roban y quedan impunes y ricos. No sólo nos arrebatan dinero, es calidad de vida, es desarrollo, es tiempo. Retrasan los procesos colectivos, hacen inútil la tributación y las políticas sociales. Contra la corrupción es más poderosa la presión social que la ley. Es una pelea que le debemos todos a Colombia. Denunciar y perseguir.

Nota: Me sorprendió que la senadora Alexandra Moreno anunciara que el presidente Santos ha decidido no tramitar ante el Congreso el acuerdo sobre el uso de las bases colombianas por parte de los EE.UU. El tema merece que Santos le explique el país si esto es una concesión que estamos haciendo los colombianos para mantener las relaciones con Venezuela y satisfacer a Chávez. Es necesario que el país sepa lo que estamos haciendo para recuperar esos US$786 millones que nos debe Venezuela.

El País Cali 23 de octubre de 2010

miércoles, octubre 20, 2010

El retorno de Uribe

Causa curiosidad lo que va a suceder con Uribe. Es el político que con más prestigio se retira de la Casa de Nariño, así que podría dedicarse a criticar los sucesores como lo han hecho los otros. La diferencia sustancial es que él, en oposición a nuestros críticos ex presidentes, realizó una tarea frente a la cual las mayorías colombianas se sienten satisfechas. El prestigio de su gestión sería suficiente para que sus comentarios no se convirtieran en palabras inoperantes. Su liderazgo es incuestionable, y sus posturas serían capaces de afectar la opinión pública. Se encumbrarían en la posición de un patriarca. Inamovible, infalible y irrebatible.

Aquello no va con el carácter de Uribe, y tal vez por ello ha sabido ganarse la confianza de las masas. Uribe será un ex presidente tan distinto de los otros, como lo fue de presidente. Colombia no ve, desde hace mucho, uno que apenas termina su cargo permanezca en el país, asuma posiciones políticas y las confronte electoralmente. No uno que no asuma el lugar de la oposición, sino decidido a usar su prestigio en beneficio del Gobierno (entre otras porque los últimos han sido reemplazados por sus opositores). No uno que represente una fuerza política que trasciende un partido.

Uribe está asumiendo el riesgo de desgastar su vastísimo prestigio, y más aún arriesga el uribismo. Se ha especulado sobre si el uribismo es una ideología o si se trata del mero producto del poder en torno a un presidente. Sin tener una posición encumbrada -sin ser presidente, ni patriarca- es difícil mantenerse entre dos partidos. Si la U se vuelve su único bastión, los conservadores pueden apartarse y se pierde medio uribismo.

La entrevista del presidente del Directorio Nacional Conservador sobre los acercamientos de Uribe a los godos deja ver esta fisura. Araújo representa un sector conservador que valora las formas institucionales del Partido. En la elección presidencial descalificó a los conservadores que apoyaron a Santos, incluso los amenazó con las expulsiones previstas por los estatutos en aras a conservar la unidad. Pero hay otro sector que encabezan Valencia Cossio y Arias que creen que hay un proyecto político -que encarnó Uribe- que vincula a los godos con la U y que en esa medida es posible hacer alianzas estratégicas que le permitan posicionarse electoralmente.

A pesar de que en la contienda presidencial los conservadores mostraron su abrumadora predilección por el segundo sector, identificado con el uribismo, las directivas no asumieron la derrota. Araújo ya anunció que Uribe es un amigo, pero un militante de la U ajeno al Partido Conservador, y señaló su intensión de “hacer cumplir los estatutos” en las elecciones regionales. Sus declaraciones muestran que la derrota que sufrieron él y toda la directiva azul no tuvo consecuencias. El sector uribista con mayor aceptación entre los votantes, no parece tener mucha representación ni acogida en la directiva.

Buenas intrigas se irán resolviendo en telenovela de la política colombiana: ¿Podrá Uribe mantener su liderazgo sobre dos partidos a la vez? ¿Existirá un proyecto político capaz de incluirlos a ambos? ¿Será posible que los partidos tengan acuerdos estratégicos con otros sin irse deshaciendo como partidos? ¿Podrán los estatutos mantener unido un partido en contra de las convicciones personales de los líderes? No deje de ver que resolverán los votantes.

El Pais, Cali. 16 de octubre de 2010
http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/paloma-valencia-laserna/retorno-uribe

lunes, octubre 18, 2010

Despolitizar el Nobel

Se había dicho mucho que Vargas Llosa no recibiría el Premio Nobel de literatura. Sostenían los entendidos que sus posiciones políticas -calificadas como de derecha- disonaban con la ideología del Nobel, destinado sólo a izquierdistas. El que se lo haya ganado parece liberar a la Academia sueca de un yugo según el cual en el proceso de selección no sólo se analizaba la obra sino, y sobretodo, la ideología de los autores.

La idea de que existe una perversa derecha y una izquierda benévola, hace mucho tiempo que se desfiguró y carece de cualquier asidero en la realidad. Las atrocidades de los regímenes autoritarios se configuran a pesar de las ideologías, los hay tanto de derecha como de izquierda. Ambas corrientes, dentro del contexto del constitucionalismo liberal que inspira los partidos en las democracias modernas, están circunscritas a reglas de respeto hacia la voluntad popular, las libertades individuales y la limitación del poder estatal. Las posturas políticas enmarcadas en este tejido son maneras de priorizar y estrategias distintas, pero que en general pretenden y aspiran a lo mismo. Todo aquello que atente contra esos principios constitucionalistas -sin importar la ideología o intensión que lo sostenga- es lo que debería ser inaceptable.

Así lo demuestran la vida y la obra de Vargas Llosa. A pesar de su ideología o con ocasión de ella, enfrentó los excesos de Fujimori en el Perú. Su obra ha sido prolija en retratar las atrocidades de la dictadura. La Fiesta del Chivo, una de las novelas más excelsas de nuestra lengua, retrata las ambigüedades de Leonidas Trujillo en República Dominicana y con ella estampó la más dura mirada contra la dinámica de las dictaduras latinoamericanas.

Se dice que fueron precisamente las tachas ideológicas del Premio las que impidieron que Jorge Luis Borges, uno de los más grandes de la literatura de los últimos tiempos, accediera al prestigioso galardón. Sin que encuentre justificada ninguna tacha sobre Borges, el hecho pone de presente una cuestión prioritaria, a saber, la importancia del artista frente a su obra.

A diferencia de la ciencia que se reputa objetiva y en esa medida políticamente neutra, la literatura ha sido apreciada como una herramienta política fundamental. La idea de que la literatura puede ser convertida en propaganda política por su autor es un tanto compleja. La literatura como cualquier actividad humana se mueve entre códigos políticos, pero nunca la obra de arte es esclava de su autor. La obra y el escritor son cosas distintas y la obra deambula y produce efectos sin el artista y aún en contra de él. Es imposible entregar un premio a la obra y por eso los premios se personalizan, sin que con ello la integridad de la obra se afecte.

Mario Vargas Llosa era aún sin el premio una de las figuras más importantes de la literatura. Este premio no lo descubre, sólo reconoce una obra dedicada al análisis de las complejidades de la turbulenta Latinoamérica. Es un orgullo para este continente y honor para nuestra lengua dar escritores con semejante potencia. La fluidez de su prosa, la construcción no artificiosa de las historias y los personajes dejan que un lector poco meticuloso las disfrute. Para el lector exigente, la obra abre dimensiones que dibujan los vericuetos de la existencia y donde se develan los más aterradores dolores humanos. Su obra capta la silueta del alma humana.

El Pais Cali. 9 de octubre de 2010
http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/paloma-valencia-laserna/despolitizar-nobel

lunes, octubre 04, 2010

Sin piedad

Las pruebas contra Piedad Córdoba son poderosas, la providencia de la Procuraduría es sólida. Los correos que intercambia Córdoba con Raúl Reyes y otros email de la organización terrorista muestran una cercana amistad y un proyecto político compartido. Ella adelanta acciones y los aconseja políticamente para favorecer a la guerrilla y su proyecto.

A los congresistas de Ralito se los condenó por comprometerse a ‘refundar’ el Estado con los paras; para Córdoba, según los email, el país está esperando quién lo redima y las Farc lo harán a través de una constituyente. Un correo de Reyes dice que Piedad “considera, llegado el momento, estrechar sus relaciones con las Farc con miras a apoyar un nuevo Gobierno… donde las Farc sería parte principal” y remata: “Está comprometida con la obra bolivariana... está en la mejor disposición de lucha”. Los correos de la Senadora terminan con frases como “patria o muerte" y “venceremos”.

Realizar gestiones para la paz no puede significar volverse aliado de un proyecto terrorista. Córdoba se convirtió en una pieza más para la estrategia de las Farc contra el Estado colombiano. Por eso Iván Márquez se muestra satisfecho con su trabajo y lo califica de “sencillamente extraordinario”. Y tiene razón, como lo señala el email que refiere sobre Córdoba: “A pesar de todo ella ve que se abrió un espacio político para las Farc muy importante y que así tenía que ser evaluado... que apoya totalmente la plataforma política de las Farc. No así la lucha armada, pero no lo descarta como opción correcta”.

No sólo son sus acciones, también su asesoría, que ella misma califica como “alta política, es filigrana... es ajedrez”, la comprometen. Les da instrucciones directas sobre cómo deben manejar el tema de los secuestrados. Por ejemplo, les dice que no deben enviar videos sino mensajes de voz. Esa sugerencia -que puede parecer inocua- es perversa. Si ella estuviera representando a la sociedad colombiana hubiera pedido los videos que muestran las condiciones reales en las que está la víctima, en vez de sugerir que se oculte la verdad. El comentario es terrible; ella -al igual que las Farc- convierte a los secuestrados en medios, y los usa. Piedad va mucho más allá: otro email informa que “ella cree que hay que soltar algo y entregárselo a Chávez en la frontera, y que no sea Íngrid ya que el resto les importa un carajo”.

El correo más intrigante es de octubre de 2007, en el que ‘Teodora’ le dice a Reyes que las pruebas de supervivencia tienen que se entregadas de manera que favorezcan la reforma constitucional de Venezuela y Chávez gane “sobrado”. Ese acierto puede significar que en el futuro, en vez de que los ricos colombianos se enriquezcan más vendiéndoles a los venezolanos, Venezuela podría cerrarles los mercados y “quebrará a todos esos tipejos”.

Piedad informa que tiene tres abogados trabajando para obtener la libertad de Simón Trinidad y se colige que tiene otros abogados trabajando por otros camaradas. Semejantes expresiones de ánimo, colaboración, instrucción con los peores terroristas de Colombia no pueden ser tomadas en babia.

La defensa de Piedad se ha centrado en que las pruebas encontradas en la Operación Fénix no son válidas.

El Pais Cali, 1 de octubre de 2010