Columnas de opinión y análisis de la actualidad de Colombia publicadas los sábados en el periódico EL PAÍS - Cali


viernes, abril 27, 2012

Cien mil razones

Las 100 mil casas gratuitas que anunció el presidente Santos no cayeron tan bien como él esperaba. Todos los analistas coinciden en señalar que se trata de un programa improvisado, surgido de un intento por frenar el deterioro de la imagen de Santos, que muestra una tendencia a la baja en las encuestas que recogen la opinión nacional. Sobre la improvisación del asunto no hay duda; por un lado sale Vargas Lleras y anuncia que serán 100 mil viviendas al año, y por el otro, aparece Echeverri, ministro de Hacienda, indicando que las 100 mil viviendas se construirán en los siguientes 6 años. La discusión puso de presente varias cuestiones primordiales. El proyecto necesita financiación de 3 ó 4 billones de pesos que no fueron aprobados en el presupuesto nacional de este año. No sabemos de dónde saldrán, entonces, los 600 mil millones disponibles que anunció Echeverri. Muchos se preguntan si el nuevo programa implica la cesación del proyecto de vivienda subsidiada. Este establecía más de 500 mil subsidios, y aunque el rezago en este programa es mayúsculo -en 2011 el Gobierno había entregado 18 mil subsidios: tan sólo al 10% de lo que debía entregar ese año- hay muchas expectativas puestas ahí. Ante las críticas que calificaron el intento gubernamental como populista, Santos admitió que pese a ello, lo hará. Sin embargo, olvida o pretende hacerlo, que la Constitución limitó los apetitos demagógicos de los políticos mediante el artículo 355 donde se prohiben las donaciones del Estado. Se trata de una norma diseñada por el constituyente para contener los ánimos de regalar el presupuesto nacional; pues ya son bien conocidos los resultados de este tipo de políticas. El Presidente pretenderá burlar esta limitación constitucional y regalar esos $4 billones; aunque sea con buenas intenciones, esto denota no sólo improvisación sino irrespeto por la Carta. Eso aunado a que el proyecto tampoco ha tenido el trámite que corresponde a estos asuntos, como su inclusión en el Plan Nacional de Desarrollo. Pero la semana tuvo además otro incidente, tal vez con peores y más graves consecuencias para el país. Luego del fracaso de la Cumbre de las Américas donde el ambiente fue tan poco productivo que no hubo ánimo ni para firmar un inocuo documento final (como se acostumbra en esos eventos); la Canciller acaba de cometer la torpeza diplomática más grande que hayamos visto. Dijo que Colombia debe esperar un fallo salomónico de la Corte Internacional de Justicia que evalúa la reclamación de Nicaragua sobre el Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, y que seguramente por eso perderemos un ‘pedacito’. Los diarios nicaragüenses celebraron la declaración, interpretada como el reconocimiento de la causa de ese país; aquello es un insulto a los intereses nacionales y a los argumentos de hecho y derecho que tiene nuestra Nación. Al mismo tiempo, con su comentario la Canciller descalificó a los magistrados de la CIJ, pues sostuvo que sus fallos no obedecen a razones de derecho sino al burdo principio de partir por la mitad. Incluso hay quienes especulan que se trata de una maniobra más de la Canciller para mantener las difíciles relaciones con el Alba. La Canciller comprometió gravemente los intereses de Colombia; el Presidente debe rectificar esa declaración y el Congreso iniciar una moción de censura, pues su declaración es inadmisible. Colombia tiene los argumentos para ganar este proceso; una decisión contraria no es aceptable para el país, ni para el pueblo y el territorio del archipiélago que es y debe seguir siendo colombiano. http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/paloma-valencia-laserna/cien-mil-razones

viernes, abril 20, 2012

¿Adiós al fuero militar?

El expresidente Uribe parece haber asumido las banderas de la oposición. Es un hecho importante, pues este Gobierno está caracterizado por el ‘unanimismo’. La crítica, las discusiones y el control político propios de la democracia están cayendo en desuso. Se aprueban, por ejemplo, leyes sin que nadie conozca su contenido; las propuestas pasan con la orden del Gobierno y sin mucha reflexión; como fue el caso de la nefasta Ley Lleras 2.0. La oposición encabezada por Uribe será seguramente una oportunidad para revivir el diálogo entre los diferentes sectores de la Nación, y controvertir las ideas con argumentos y visiones distintas. Todo ello redundará en el beneficio del país, pues en el debate se fortalecen los proyectos, se evalúan las propuestas y se adquieren perspectivas más complejas. El primer episodio fue la discusión sobre el fuero militar. Había dos proyectos: uno en la reforma a la Justicia de un solo artículo y, otro con trámite independiente elaborado por la comisión de notables, configurada por el Gobierno para ese propósito. Uribe terció por el primero, le solicitó apoyo a la bancada uribista de la Comisión Primera y toda ella atendió su llamado a excepción de Roy Barreras. Pese a ello, el proyecto se hundió. El fuero militar del Gobierno -que sigue en el debate- tiene muchos inconvenientes. El tiempo es el principal; para su aprobación se necesita un semestre más; luego el trámite de una ley estatutaria y su revisión por la Corte Constitucional, y después la formalización de los nuevos tribunales. Demasiado tiempo para una situación urgente. El proyecto, además, no se compadece con la realidad de los militares en Colombia, quienes a pesar de combatir en un conflicto muy agudo tienen muy pocas garantías procesales, y en ocasiones, son perseguidos. Si analizamos la información suministrada por el Centro de Seguridad y Democracia de EE.UU., vemos que en todos los países de la región el fuero militar está vigente y es mucho más fuerte que el nuestro, aún cuando esos países no viven ni han vivido una situación como la nuestra. En Ecuador incluso las violaciones a los derechos humanos hacen parte de los tribunales militares. En Venezuela la justicia penal militar se encarga de los delitos militares y de los delitos comunes cometidos por militares en unidades militares, en funciones, en actos de servicio, en comisiones o con ocasión de ellas. En Chile durante los tiempos de guerra los procesos no pueden prolongarse por más de 48 horas e incluyen los delitos militares y aquellos delitos comunes cometidos en el ejercicio del servicio. Y en los países desarrollados el fuero es fuerte, hasta llegar a casos como el francés donde toda infracción o delito penal cometido por un militar, o contra un militar, es tratado por el tribunal especializado en materia militar del tribunal de grande instancia designado por la ley. Este breve recorrido muestra algo evidente que en Colombia parece haberse dejado de lado; para librar una guerra y ganarla hay que darles garantías a los militares, pues la guerra es tiempo abrupto y terrible. El nuevo proyecto del fuero militar tiene fallas detectadas por varios entendidos y no tendrá resultados inmediatos. Habrá consecuencias atribuibles sólo al Gobierno y a los congresistas que hundieron el otro. Colombia está en un momento fundamental, lo que se decida ahora marcará el futuro. Es responsabilidad de todos analizar estos contextos y tomar partida en las discusiones que definen nuestro destino; con eso cumplió Uribe. http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/paloma-valencia-laserna/adios-fuero-militar

viernes, abril 13, 2012

Cumbre de poder y pueblo raso

Tres leyes tendientes a cumplir compromisos sobre el TLC con EE.UU., fueron aprobadas de urgencia y a pupitrazo. El hecho no merecería mención si no fuera producto del frenesí que ha causado entre funcionarios del gobierno y algunos medios de comunicación la visita del Mandatario estadounidense. Las leyes son una más de las múltiples ofrendas que presentamos para exaltar al visitante. Entre las leyes aprobadas en el veloz trámite se incluyó la llamada Ley Lleras 2.0 con la que se reguló el polémico tema de los derechos de autor y la Internet. El malestar entre los entendidos en el asunto y la comunidad general es creciente. Anonymus bloqueó varios portales del Estado colombiano y circulan por Internet mensajes que los que declaran objetivo para ataques masivos. Por una parte, la ley contiene aspectos que merecían discusión profunda y seria como la que se está dando en otros países que pretenden regulaciones similares; más aún cuando propuestas similares han sido rechazadas por los Congresos de varios países, entre los cuales cabe destacar el propio EE.UU., donde se hundió la Ley Sopa. La ley parece privilegiar los intereses de unas compañías -que hacen campaña en el mundo- sobre las consideraciones que exigen las nuevas realidades que supone la Red y el interés general. Convirtió en delito prácticas usuales y corrientes de la Internet en un acto que es reprochable si se analiza desde la técnica legislativa; las normas deben ajustarse a las realidades y balancear los intereses privados con los de la sociedad. Sin embargo, ya tenemos la ley a la que seguramente no le faltaran demandas. Vargas Lleras desgastó mucho de su prestigio con esta propuesta y el método sigiloso con la que fue aprobada. Ojalá Obama la reciba con agrado. El Mandatario del país del norte encontrará además que Colombia hizo un gasto multimillonario en la Cumbre de las América; hemos sido ostentosos en las preparativos y así serán, seguramente, las atenciones. Los demás presidentes también disfrutarán de la bella ciudad de Cartagena, donde lo feo y los pobres fueron escondidos para que sólo haya brillo. Sobre la Cumbre misma no hay por qué hacerse ilusiones. La diplomacia se ha convertido, de un tiempo para acá, en el ejercicio del diálogo de adjetivos y reuniones inocuas. Pululan las fotos y las sonrisas y un delicado equilibrio donde se logran documentos llenos de lugares comunes, elaborados de tal manera que no dicen ni vinculan. Habrá una discusión sobre la legalización de la droga y repetirá lo que ya todos sabemos: que los países consumidores y desarrollados no hacen un esfuerzo equiparable al inmenso y sangriento esfuerzo de los países productores que la combaten. Habrá otro concienzudo dialogó sobre la vinculación de Cuba a la siguiente Cumbre donde no se dirá lo que todos sabemos: que Cuba es un régimen despótico y antidemocrático que viola los derechos de sus ciudadanos. Sin embargo, nos gustan estas reuniones donde la farándula política se reune. Habrá bailarines, cantantes, presentaciones, conciertos, partido de fútbol y periodistas por todas partes. Y nada es vano; el gasto ya dio su primer resultado: la carátula de la revista Time. Nuestro Santos es exaltado como el hombre que transformó a Colombia y como él mismo lo dice, sin modestia, el mejor ministro de Defensa de los últimos 50 años. Celebremos entonces, cualquier gol de Evo, porque pasada la Cumbre volverán los titulares del invierno que destruye y de la guerra que nos desangra. http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/paloma-valencia-laserna/cumbre-poder-y-pueblo-raso

viernes, abril 06, 2012

Votos propios con tierras ajenas

La señales sobre cómo y de qué manera se aplicará la ley de tierras son cada vez más preocupantes; el Alto Consejero para la Restitución de Tierras es Lucho Garzón, cuyo vínculo con el sector es nulo, pero representa la izquierda. El nuevo director del Incoder, de esa misma línea política, viene de una ideología que sataniza y maltrata a los dueños de tierra. Así que es posible intuir que el gobierno se está abocando hacia una reforma agraria como la que ya vivió el país con el antiguo Incora y que tanto daño les hizo a los campesinos y a los terratenientes, pues fue fuente de pobreza y violencia. El tema de la restitución no ha estado exento de críticas, y no por el principio, pues nadie jamás negaría que quienes fueron despojados ilegalmente de su tierra deben ser restituidos; eso lo compartimos todos. Para ese propósito era más eficiente la extinción de dominio capaz de afectar sólo a quienes no tengan cómo demostrar el origen de sus bienes. El mayor problema de la ley de tierras es saber quién sería el beneficiario de la restitución de tierras: el propietario que había sido desplazado por la violencia, o los invasores que aprovechando la situación fueron poseedores. La cuestión no es menor. Colombia ya hizo reformas agrarias, como las hizo Latinoamérica durante los 60, y fueron fallidas. Los resultados son evidentes en las zonas; disminuyó la productividad, aumentó la violencia y la pobreza; departamentos como el Cauca pasaron de liderar la producción agraria a competir en indicadores de pobreza con el Choco. Además, el Gobierno Nacional ha venido desinformado a la ciudadanía; ha presentado como restitución de tierras -proveniente de la ley de tierras- adjudicaciones de baldíos, y procesos de extinción de dominio. La ley de tierras entró en vigencia tan sólo el pasado primero de enero y todavía no tiene jueces para tramitar las solicitudes, así que es claro que su implementación está por iniciarse o al menos retrasada. Es difícil precisar porque la tierra se ha convertido en un discurso insigne cuando se habla de desigualdad. Aquello es falaz, pues la tierra no es un factor de riqueza comparable al poderío industrial. Basta ver las cifras del PIB; el producto agrícola es sólo el 6%. Así que si de generación de valor o de desigualdad se trata habría que pensar en la socialización de los ingresos industriales que ocupan un porcentaje mucho mayor. Y sin embargo, la redistribución directa de las empresas no parece tan evidente ni sencilla. ¿Por qué no solventar la desigualdad por qué no democratizando la propiedad bancaria? Semejante idea le parecería inviable para la mayoría de los colombianos. Los industriales, los banqueros, no se hacen; la producción industrial, como el manejo bancario es difícil, competido y no cualquiera puede tener éxito, pues si no todos seríamos exitosos industriales. Sobre la tierra se cree -muy ingenuamente- que es una labor sencilla, y que todos podemos ser productores agrarios exitosos. Esta es una gran mentira; es tan complejo como ser industrial, o incluso más. Lo que más preocupa es la distorsión de la figura de los propietarios de la tierra. Un prospero industrial se convierte en cacao: una figura importante y con capacidad para influenciar la vida nacional; una persona que vive de la tierra y crece y prospera se convierte en terrateniente y en un sólo movimiento adquiere matices siniestros que lo hacen despreciable. http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/paloma-valencia-laserna/votos-propios-con-tierras-ajenas