Columnas de opinión y análisis de la actualidad de Colombia publicadas los sábados en el periódico EL PAÍS - Cali


martes, noviembre 17, 2009

La reforma a la salud en EE.UU.

Esta reforma es de inmensas proporciones. El sector representa un sexto de la economía de ese país, que siendo sólo el 4% de la población mundial consume el 52% de las drogas de prescripción del mundo. El sistema actual es altamente costoso y así como los seguros médicos. Muchos americanos -que no tienen seguro- buscan acceso en “emergencias” saturando la capacidad de respuesta y quedan con deudas astronómicas.

Se pretende otorgar una cobertura para el 96% de los estadounidenses, sin distingos de ingreso o salud. Las preexitencias, por ejemplo, será eliminadas y no podrán cobrarse primas más altas a partir de las historias clínicas de los pacientes. Así mismo, la industria de la salud perderá la dispensa según la cual las leyes antimonopolio referidas a especulación de precios, manipulación fraudulenta de licitación y asignación de mercados no le eran aplicables. Aquellos que no tomen el seguro de salud de acuerdo a los requerimientos estatales estarán obligados a pagar un impuesto.

Según muchos analistas la reforma tendrá un costo de 1,2 billones de dólares en una década. El mandatario estadounidense sostiene que la reforma es prioritaria en el contexto de la crisis económica, pues son cada vez más los americanos que pierden su empleo y su casa y que no tienen acceso a salud. Los detractores señalan que la situación fiscal de EE.UU. al igual que la crisis no son un buen contexto para la reforma, pues puede afectar las ya restadas arcas y producir impactos económicos depresivos. El Presidente insiste en que no crecerá el déficit ni afectará la economía.

Uno de los grandes temores en la reforma es si la oferta medica ser verá desmejorada en el largo plazo. En ese país hay aproximadamente 760,000 médicos, con una formación promedio de 10 años. Hay encuestas que afirman que muchos doctores considerarían abandonar la practica en caso de que la reforma fuera aprobada. La cuestión es si la reforma desincentivará la medicina y muchos jóvenes optaran por profesiones más rentables.

Otro de los temas en debate es la creación de una aseguradora de salud que pertenezca al Estado. Los partidarios esgrimen que el mal servicio de las privadas será mejorado a través de la competencia; como la función de esta nueva entidad no será el lucro, proveerá un mejor servicio al cual tendrán que ajustarse las privadas.

Existe una prohibición según la cual los recursos federales no pueden usarse en la financiación del aborto. La inclusión, en la reforma, de los subsidios para aseguradoras que hoy en día lo incluyen generó un acalorado debate. Finalmente, se prohibió la financiación excepto para los casos de violación, incesto o donde corra peligro la vida de la madre; aunque no es muy significativo pues en el 2001 solo el 13% de los abortos realizados en el país fueron cubiertos con seguros médicos. Fue esta decisión la que permitió que muchos demócratas que no están de acuerdo con el aborto votaran a favor de la reforma, que fue aprobada por la Cámara de Representantes en una votación estrecha de 220-215. El debate pasa al Senado.

Estos temas llaman a la reflexión sobre nuestro sistema donde las preexistencias aparecen incluso en el cambio de seguro y se dice que el 60% de las EPS del país dejarían de prestar sus servicios por falta de recursos, por una deuda de 500 mil millones de pesos que tendría el Estado con las EPS por el plan obligatorio de salud.

El País-Cali, 14 de noviembre de 2009

2 comentarios:

Luis_Estupiñán dijo...

Aunque el deseo de universalizar el acceso a los servicios de salud sea inobjetable, para muchos, dentro de los cuales me incluyo, nos hacemos varías preguntas: ¿puede este sistema universalizar un buen sistema de salud, o como pasó en Colombia va a someter a todas las personas a la voluntad de los operadores? en este sentido la imposición de un seguro general sin distinciones ni más, en contextos de autosuficiencia la respuesta parece obvia a los pesimistas; ¡puede una sociedad como la de norteamerica, donde la libertad de empresa y al libertad de escoger eson valores fundamentales, adaptarse a las regulaciones que pretenden implementar esta reforma de salud. el problema no es el qué, si no el cómo. Exitos

Luis_Estupiñán dijo...

Estimadisima Paloma. Aunque el deseo de universalizar el acceso al sistema de salud sea inobjetable, muchos nos preguntamos algunas cosas de esta reforma:
Al generalñizar normas, porcedimientos, y tarifas ¡acaso no es posible que para garantizar la viabuilidad del sistema los operadores opten por hacer sus propas restricciones como passa en Colombia? ¿puede la sociedad donde la libre empresa y la libre escoghencia son valores fundamentales adaptarse a la intervención y restricción de la reforma, sin que haya una pérdida importante de capitales humanos y fisicos? La bola mágica de la experiencia nos baticinan que la reforma es un error, y nos oponemos a ella, más allá de las buenas intenciones