Columnas de opinión y análisis de la actualidad de Colombia publicadas los sábados en el periódico EL PAÍS - Cali


sábado, septiembre 20, 2008

¡Viva(nco) Chávez!

Sorprende que en la presentación del informe de Human Rights Watch sobre la situación de Venezuela, el Director para las Américas de esa organización diga que "Venezuela no es el país donde más se violan los derechos humanos en la región", pues están Colombia y Cuba, que son un "caso único en Latinoamérica", para rematar diciendo: "El conflicto armado colombiano sigue siendo uno de los problemas más serios desde el punto de derechos humanos y de derecho internacional humanitario en todo el continente".

La afirmación, transcrita en varios medios de comunicación, no hace parte del informe que está circunscrito exclusivamente al caso venezolano. Se trata de una opinión personal de Vivanco, en el sentido de que lo sucedido en Venezuela es insignificante al lado de lo que pasa en Colombia.

No es aceptable aprovechar el escenario de presentación de un informe con rigor científico o al menos investigativo para introducir una valoración individual. Las percepciones del señor Vivanco –por ilustradas que se pretendan- no pueden presentarse como conclusiones, como si fueran el resultado de análisis técnico, si no lo son. Si el señor Vivanco quiere comparar el caso colombiano con el venezolano debe hacerlo con un estudio serio, que permita cotejar ciertos aspectos con otros de la misma especie.

Aún recorriendo más publicaciones de HRW esa conclusión no sería admisible. Los títulos de las publicaciones sobre Colombia: ‘Mutilando al pueblo’, sobre el uso de minas antipersona por la guerrilla en Colombia; ‘Colombia: librando a los paramilitares de sus responsabilidades’, ‘Recomendaciones sobre el Decreto Reglamentario de la Ley 975 del 2005’ y el terrible ‘Aprenderás a no llorar’, sobre los más de 11.000 niños combatientes, se refieren a diversos aspectos de un conflicto armado. Mientras los informes sobre Venezuela: ‘Manipulando el Estado de Derecho. Independencia del Poder Judicial amenazada en Venezuela’ y este último: ‘Una década de Chávez: intolerancia política y oportunidades perdidas para el progreso de los derechos humanos en Venezuela’, se refieren al gobierno Chávez.

Comparar un conflicto armado que se desarrolla en determinado país con el Gobierno de otro, que ni siquiera lo padece, no tiene ningún sentido. Hay que comparar gobiernos con gobiernos, conflictos con conflictos. No se pueden comparar peras y manzanas, y extraer moralejas de ello.

Aunque no fue suficiente, muy seguramente, el comentario de Vivanco tenía la intención de congraciarse con Chávez. Se trata de una actitud ridícula y poco seria mediante la cual se le pide perdón a Chávez por las conclusiones de ese informe. Algo así como ‘usted está mal, pero no se preocupe que su vecino Uribe es mucho peor’. Y habrá que preguntar dónde están los informes sobre el gobierno Uribe que permitan esa comparación.

Es a todas luces inaceptable justificar los abusos sucedidos en Venezuela diciendo que en otros países pasan cosas peores.

Nota: Pero las conclusiones de HRW siempre son sorprendentes, cabe recordar que Roth, el director ejecutivo de la organización, en carta abierta le recomendó al candidato McCain no aprobar el TLC con Colombia: “Estados Unidos no debería conceder el acceso permanente sin aranceles a productos que, en muchos casos, son elaborados por trabajadores que no pueden ejercer sus derechos sin temor a ser asesinados”. Le faltó decirle: ¡Es mejor cerrarles los mercados para que, además, pierdan sus trabajos!
Septiembre 20 de 2008
http://www.elpais.com.co/paisonline/ediciones_anteriores/ediciones.php?p=/historico/oct102008/PRI

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