Columnas de opinión y análisis de la actualidad de Colombia publicadas los sábados en el periódico EL PAÍS - Cali


lunes, marzo 09, 2009

Los mensajes de Obama

Entre todo lo que ha sido el trámite de aprobación del TLC con EE.UU. –mecanismo de presión contra Bush, eslogan de campaña, comodín de oposición-, ha sobresalido la ignorancia del Partido Demócrata -encabezado por el actual Presidente- sobre las relaciones con Latinoamérica.

¿Qué mensaje desea enviar Obama a la región? Busca la aprobación del TLC con Panamá, a pesar de que ese Tratado había sido detenido porque allá se eligió como presidente de la Asamblea Nacional a Pedro Miguel González, quien en 1992 mató a un soldado norteamericano e hirió a otro y está pedido en extradición por EE.UU. Ahora que González terminó su período en ese cargo, pero continúa siendo legislador, el Tratado se puede aprobar. A Colombia, en cambio, hay que presionarla, porque nuestros esfuerzos no son suficientes.

El conflicto colombiano tiene su combustible en las drogas: las guerrillas pervertidas por las cantinas colmadas por el dinero son narcotraficantes, usan las páginas de ‘El capital’ para envolver coca, que después se vende en EE.UU. Innegablemente hay corresponsabilidad: no sólo quien la produce y la comercializa puede tildarse de delincuente; el consumidor final es la pieza que provee el estímulo monetario para que el engranaje funcione. Así que cuando Colombia padece el fenómeno de las drogas son responsables los narcotraficantes y los consumidores estadounidenses.

Vale recordar que la implementación del Plan Colombia con los requerimientos norteamericanos –fumigación- nos ha costado duros enfrentamientos con nuestros vecinos: Ecuador, Perú y Bolivia, entre otros. Pero Colombia ha cumplido. Hemos combatido con la fuerza que nuestra institucionalidad permite y resistido la violencia, las represalias de los delincuentes y la presión diplomática. Entonces nuestro socio comercial más importante, -EE.UU., que nos exige luchar contra las drogas y al mismo tiempo nos las compra- decide que en este país se violan muchos derechos humanos.

Los esfuerzos del presidente Uribe redujeron el crimen: menos de cinco sindicalistas por cada cien mil son asesinados, mientras que de cien mil colombianos de a pie, 39 son asesinados. Eso significa una reducción de los homicidios desde el 2001 de más del 40% y del 80% para el caso de los sindicalistas. Más del 20% de las personas protegidas por el Estado son sindicalistas. Así también hemos reducido los secuestros, fortalecido la Justicia y recobrado la soberanía sobre el territorio. Todo ello con un esfuerzo humano titánico, pero seguimos atormentados por todos los males del narcotráfico.

Y claro que se siguen violando derechos humanos y se asesina y así seguirá siendo mientras nuestro conflicto se alimente de las drogas. No hay país que sea capaz de combatir narcoejércitos de criminales y mafias organizadas sin que ello pervierta la esencia misma de sus instituciones y comprometa su propia estabilidad. Lo han vivido otros países a menor escala como Italia y empieza a presentirlo México. Por supuesto que no es aceptable que los derechos humanos se violen y que deberíamos aspirar a que no haya ningún crimen en nuestra Patria. Pero todavía no aparece la formula mágica para hacerlo. Es un proceso largo y difícil que hemos iniciado.

Colombia no desea el crimen y no necesitamos más presión para saberlo. Gracias.
Marzo 9 de 2009
http://www.elpais.com.co/paisonline/ediciones_anteriores/ediciones.php?p=/historico/mar072009/PRI

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