Columnas de opinión y análisis de la actualidad de Colombia publicadas los sábados en el periódico EL PAÍS - Cali


domingo, enero 30, 2011

Uribe en el ruedo político

Hoy se inician los talleres democráticos, que pretenden ser un espacio para la construcción de consensos con miras a fortalecer la democracia, mediante el diálogo directo entre electores y eventuales candidatos. Se trata de una propuesta llamativa que pretende replicar los consejos comunitarios que fueron una de las facetas más interesantes del gobierno Uribe, la discusión de los problemas locales con los actores afectados. Deberá ser un proceso de identificación de prioridades y formulación de alternativas que le dará a los candidatos locales una oportunidad de confrontar –antes de ser elegidos- los problemas que la sociedad percibe y ajustar así sus ideas y proyectos. Uribe aportará su profundo conocimiento de las realidades colombianas y ayudará a plantear planes de gobierno serios.

A pesar de que su retorno aparece en este formato cuasi técnico, aquello no será sencillo. Todos los precandidatos quieren el apoyo de Uribe, pues su prestigio político puede ser elemento definitivo de algunas victorias. Pero son pocos los que están comprometidos con el ideario y la manera de hacer política del ex presidente.

Salazar, como presidente de los conservadores, anunció que ellos no participarán en los talleres, pero asegura que existe un acuerdo según el cual Uribe apoyará los candidatos que resulten de las alianzas entre la U y los godos. La declaración no convence. Si los conservadores planean acuerdos con la U, lo lógico es que participen activamente en los talleres para en ellos encontrar alternativas para las regiones y lograr tener parámetros reales para tales acuerdos y la selección de candidatos. La posición de la directiva azul evidencia que los acuerdos serán simplemente electorales. No se trata de un compromiso ideológico, sino de la mera adición de votos. Craso error, pues semejante actitud puede comprometer el futuro del partido en las elecciones que vienen. Las alianzas entre los liberales y Cambio Radical, apoyadas por el actual gobierno, crean un escenario que amenaza al uribismo y, en especial, a los conservadores, que pueden perder lo que con tanto esfuerzo se consolidó bajo Uribe.

El caso de la Alcaldía de Bogotá tiene matices similares. La eventual candidatura de Uribe para la magistratura de la capital sería muy interesante, pero él mismo la descartó categóricamente. Peñalosa, que pertenece a otro partido ajeno al uribismo, solicita el apoyo de Uribe, pero no asume compromisos ideológicos. Se trata del ejercicio de la política electorera, según el cual por el hecho de ser un ‘buen candidato’ se excluye de la necesidad de asumir el proceso elegido por el ex Presidente para hacer concertaciones y elaborar proyectos de gobiernos concertados con la comunidad.

Cabe recordar que la victoria de Samuel Moreno se debe en parte a que el candidato opositor fue Peñalosa, quien, a pesar de sus buenas gestiones como Alcalde, no goza del aprecio de la gente. Los bogotanos lo identifican con el despotismo ilustrado (el gobierno para el pueblo, pero sin el pueblo). El desprestigio de Samuel en algo habrá valorizado a Peñalosa, pero es evidente que Peñalosa no ha representado ni representa el ideario uribista. Además dentro de su partido le costará derrotar a Mockus. Es difícil creer que el uribismo no tenga entre sus filas un candidato que al menos se equipare con el verde y que sí lo represente.

El País, Cali. 28 de enero de 2011
http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/paloma-valencia-laserna/uribe-en-ruedo-politico

domingo, enero 23, 2011

¿Incluso del Estado?

Ser trabajador independiente tiene muchas dificultades; no hay estabilidad laboral, no hay vacaciones ni cesantías y además implica entrar en un régimen de seguridad social confuso, injusto y muy costoso. Y eso que los trabajadores independientes son el 41,2% de los empleados en el país.

El 80% de los independientes están afiliados al sistema de salud, pero sólo el 6,4% aporta a pensiones y 4,6% a riesgos profesionales. Hay varias razones que pueden explicarlo, la principal es que la salud se necesita siempre, es una necesidad inminente. Hasta el 2007 no era posible cotizar sólo en salud, todos estaban obligados a aportan también a pensiones. Así que los desempleados o los estudiantes o quienes tenían ingresos insuficientes tenían que escoger entre pagar ambas o renunciar al derecho principalísimo a la salud. Era una exclusión atroz y torpe que tardó mucho en resolverse.

Pero muchas otras complicaciones persisten. El salario mínimo es la base del sistema, debe cotizar mínimo sobre un smlm para salud y pensiones y para afiliarse a riesgos profesionales debe hacerlo al menos sobre dos. Así que cada vez que el salario se alza, los independientes se ven obligados a aumentar sus aportes, sin que eso necesariamente haya sucedido con sus ingresos. Según un estudio del Banco de la República, tan sólo el 5,9% de los trabajadores ganan un salario mínimo y el porcentaje disminuye cada año. El 29,9% gana menos de esa cifra. Eso significa que los pagos que tendrían que hacer para participar en la seguridad social serían el 40% de un salario mínimo.

Recordemos que tendrían que pagar el 12,5% para salud, 16,5% para pensiones, más retefuente del 10% y reteica de 1%, es decir, el 40% de sus ingresos o del salario mínimo. Es tan absurdo, que la norma permite que los independientes coticen sobre el 40% de sus ingresos. Aquello resuelve la imposibilidad mensual, pero causa un daño mayor. La pensión de jubilación será de esa pequeña fracción, sin importar que su esfuerzo económico ha sido más fuerte. Además, ante una licencia, una incapacidad o una maternidad el trabajador sólo percibirá el 40% de sus ingresos, severa disminución para una época difícil.

A pesar de que el cubrimiento de incapacidades o licencias sería posible en esa precaria forma, la realidad es que pocos independientes pueden hacer uso de ellas. Quienes trabajan por contratos de prestación de servicios, no pueden ejercer el derecho a enfermar o ser madres pues no hay posibilidad de suplir las vacancias temporales y simplemente se opta por terminar el contrato. Se contrata un servicio ininterrumpido que para nada tiene en cuenta las condiciones personales del contratista.

En detalles más simples tenemos que los formularios para inscribirse en el sistema son atroces; largos y difíciles. Así mismo, es difícil cambiar el salario que se usa como base de cotización. Es un sistema estático que no responde a las necesidades de los colombianos. Y eso que hay muchos trabajadores que además tienen que pagar IVA, contratar contadores y hacer declaraciones.

Este es un caso más donde el país que los técnicos tienen en la cabeza, no es el país real en el que vivimos. Se crea un sistema para los asalariados donde todo fluye para ellos; y un régimen complejo, incompleto, costoso y excepcional para los independientes; lo curioso es que hay casi siete millones y medio de trabajadores independientes, casi la mitad del mercado laboral.

El País, Cali. 22 de enero de 2011
http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/paloma-valencia-laserna/incluso-del-estado

domingo, enero 16, 2011

Bancos y desarrollo

El problema de la falta de bancarización en Colombia tiene raíces históricas que afectan, pero hay un sistema que no responde a las necesidades ni le da a su función la mirada social que le corresponde.

En las naciones católicas tenemos una resistencia a los negocios que se nutren del manejo de capitales, basta recordar que durante la Edad Media cobrar intereses estaba prohibido y era pecado; de ahí surgieron los límites de la usura. Los bancos en Colombia tampoco cuentan con la devoción de las masas, que los consideran abusivos. La gente se queja del mal servicio, de los excesivos cobros, de la falta de créditos para el sector real y de las excesivas ganancias que obtienen en cada ejercicio que no corresponden a la calidad ni a la función que cumplen.

El Ministro de Hacienda dijo que los abusos deben ser corregidos e insistió en la necesidad de que los servicios bancarios tengan topes. La discusión en torno a cuál es el valor exacto de sus cobros no es relevante, Echeverri está muy en lo cierto; los bancos en Colombia cobran excesivamente: por servicios muy simples como pagar los servicios públicos o consultar los saldos por Internet o por teléfono. La norma establece que al menos debe haber un mecanismo para pagar y retirar dinero que sea completamente gratis; hábilmente aquella alternativa es la de ir hasta la sucursal, donde el servicio es pésimo e implica una pérdida de tiempo superior a lo que cobran. Lo cierto es que a los colombianos no les gusta el servicio que reciben: en noviembre las quejas contra los bancos crecieron el 24% y paralelamente la banca obtuvo entre enero y octubre de 2010 utilidades por $7,86 billones.

Si bien, la Superintendencia Financiera -que absorbió la Bancaria- cumple con algunas funciones, como son las de vigilar y recibir los reportes de los bancos para evaluar su comportamiento, la entidad ha sido incapaz de regular de manera seria y consistente el mercado bancario. Para muchos, éste se comporta como un oligopolio, donde hay tan pocos proveedores, que tienen el poder para abusar de su posición dominante. Es prioritario tener una regulación que tome en cuenta esta estructura y que reduzca su capacidad de extraer del mercado más de lo que corresponde. Seguimos con una taza de intermediación entre las más altas del mundo y un pésimo servicio.

Por supuesto que la banca es un negocio que debe ser manejado con cuidado pues se arriesga el ahorro de los colombianos, pero es también una necesidad de la sociedad moderna. Tan sólo el 30% de los colombianos -14 millones- tiene acceso a ella. Mientras grandes fracciones de la sociedad sigan excluidas no será posible construir una economía formal, grandes cantidades de dinero quedan por fuera del sistema. Ello recorta la posibilidad de internacionalizar muchos negocios, imposibilita el control de la tributación y deja por fuera del crédito a ese 70% de la población.

Ese ahorro de los más pobres queda a merced de estructuras ilegales como las pirámides, los préstamos de usura, los captadores ilegales que terminan por robarse el esfuerzo ya hecho. Lo peor es que la falta de crédito no contribuye a la solución del problema de vivienda y quienes más lo necesitan siguen sin acceso. Las iniciativas del banco de los pobres para los microcréditos son necesarios, pero la banca nacional tiene que mejorar servicios y tarifas sin lo cual la economía nacional no será competitiva.

El País, Cali. 14 de enero de 2011
http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/paloma-valencia-laserna/bancos-y-desarrollo

viernes, enero 14, 2011

Salario mínimo e inflación

Es una mala noticia que la inflación esté reapareciendo en el mundo. En noviembre China tenía ya una inflación de 5,1, India de 11% y la Eurozona llegó al 2,2%. En Latinoamérica las cosas tampoco fueron buenas Brasil 5,3%, Argentina 10% y la más alta en el mundo la tuvo Venezuela con más del 28%. En Colombia la inflación también superó la meta del Banco de la República y se colocó en un 3,17%.

Este aumento de precios tiene varios efectos; el primero es que para combatir la inflación se aumentan las tasas de interés y el dinero circulante es apropiado por los bancos. Las altas tasas de interés nos hacen menos competitivos, muchos negocios dejan de ser rentables y por ello se frena el crecimiento económico. En medio de esta especie de crisis económica las consecuencias son imprevisibles, veremos lo que pasa en China que este diciembre aumentó sus tasas de interés en 25 puntos.

Otro efecto es el que experimentan las personas con bajos ingresos. Su capacidad de compra disminuye. Hay precios que crecen más que otros, así que aquellos con bajos ingresos pueden quedar excluidos de ese consumo; esto es grave cuando los bienes son básicos. Si bien el IPC fue de 3,17%, ese porcentaje es un promedio, pues según el Dane, el combustible, la energía eléctrica, el gas, las tarifas de consultas médicas, de las aseguradoras de salud y los servicios bancarios subieron entre el 6 y 11%. El precio de los alimentos es el más preocupante, la cebolla aumentó 75%, las hortalizas y legumbres el 56%, la panela el 22% y el azúcar el 21%.

En el contexto mundial el alza de precios de los alimentos fue generalizada. Naciones Unidas informó que en diciembre el índice de precios de alimentos llegó a un máximo histórico, superando el aumento que dio lugar a la crisis alimentaria en 2008. Ello está vinculado a las alzas del azúcar y cereales como el maíz y el trigo y a los aceites; alimentos básicos que se han convertido en biocombustibles y que ahora están sometidos a ese fluctuante mercado. En Colombia el invierno puede ser una de las causas. El Ministro de Agricultura insiste en que no se trata de escasez de alimentos sino de problemas en el transporte. Puede ser la estructura de oligopolio, un mercado dominado por un número pequeño de distribuidores de los alimentos, les da poder para aumentar los precios, sin que los productores se beneficien.

La capacidad adquisitiva de los más pobres está afectado, y el salario mínimo sólo aumentó en 3,43% lo que significa que el incremento real es sólo del 0,23%. Los sindicatos han solicitado que suba el 6% cifra que, para ellos, compensaría la inflación y le daría a los trabajadores mayor capacidad de consumo.

La cuestión es que incrementar el salario mínimo no soluciona el problema. La mayoría de los colombianos, más del 50%, ganan menos de un salario mínimo y trabajan en la informalidad. Desde este punto de vista el salario mínimo es un beneficio restringido a los trabajadores que están vinculados formalmente. Además un salario mínimo más costoso puede significar un alza en el costo de todo lo que producimos. Ello desdibuja el añadido de la capacidad adquisitiva de los asalariados y incluso agrava la situación de los informales.

Superar las desigualdades sociales no es un tema de subir un salario, hay que pensar en soluciones que doten a la sociedad de más oportunidades y empleos más calificados. La construcción de una clase media creciente sigue siendo el reto.
El País Cali, 7 de enero de 2011
http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/paloma-valencia-laserna/salario-minimo-e-inflacion

sábado, enero 01, 2011

Primero el ambiente

Se hizo costumbre meditar en éste día sobre las aristas de lo que se consiguió, las causas de lo fallido y sobretodo los coloraciones de lo esperado. Semejante relato de la vida nacional sería extenso por lo que conviene concentrarse, aún dejando temas con al menos igual importancia.

Este primero de enero tiene la nostalgia de lo que termina y la emoción del nuevo decenio, que será, seguramente, el de las telecomunicaciones, la economía financiera y el medio ambiente. La sociedad avanza por las sendas de las interconexiones y el Internet ha creado un nuevo mundo cibernético que habitamos cada vez con más docilidad. Ello ha contribuido a la creación de la economía financiera que remplaza definitivamente el modelo tradicional de generación de valor, colocando el dinero como un elemento con potencia para crearlo por sí mismo. Paralelamente a los triunfos del conocimiento científico y las consecuencias de la madurez del capitalismo aparece nuestro entorno. Esa naturaleza que ha acompañado la danza humana con diferentes papeles; de madre a madrastra, de peligrosa a predecible, ahora reaparece entre vulnerable y devastadora.

La epopeya humana es responsable por la séptima gran extinción de las especies. La expansión demográfica y geográfica de los humanos redujo las posibilidades vitales de los otros seres. El calentamiento global es también por causas antrópicas. El uso de los combustibles fósiles, como petróleo y carbón, saturaron la atmósfera de gases con efecto invernadero que impiden la salida del calor, cada vez más acumulado. Ello amenaza la supervivencia de muchas especies, pero también altera la nuestra.

Ya sabíamos que el calentamiento global iba a tener un fuerte impacto en los patrones de lluvia del país y en el recrudecimiento de las sequías. El invierno nos dejó lecciones. La magnitud del fenómeno se vislumbró, pero se evidenció que no estamos preparados para mitigarlo.

El Estado no ha podido cumplir con las exigencias de tener bajo su mando los recursos naturales. El modelo de las corporaciones autónomas regionales como autoridades ambientales se muestra fracasado después de casi 20 años de funcionamiento: aire, agua, ecosistemas en mal estado; un Ministerio incapaz de controlar los desbordados, ineficientes y politizados poderes regionales. La planeación urbana está llena de fallas. Prácticamente ninguna ciudad costera respeta los 50 metros de playa que la ley ordena conservar y hay construcciones sobre los causes de los ríos; ello no sólo afecta la estética sino que supone un enorme riesgo para las edificaciones. ¿Qué sucederá cuando todas esas construcciones populares unas, y otras lujosísimas sean afectadas por el mar? ¿qué decir de las invasiones que por falta de planeación urbana desbordan las ciudades y colocan segmentos de la población más vulnerable en zonas de alto riesgo?

Otro ejemplo, entre los múltiples; los desarrollos que se hacen en la ruta Barranquilla-Cartagena suponen millonarias inversiones y aquellas bellas playas coinciden con las zonas que, según los modelos del IDEAM y del Invemar, serán afectadas por inundaciones causadas por el calentamiento global en corto plazo. ¿las licencias de construcción será usadas entonces contra el Estado, y el erario público tendrá que socorrer estas imprudencias? ¿Qué responsabilidad le cabe a los particulares que construyen a pesar de que esa es información conocida?

No se entrevé ningún intento por mejorar.

jueves, diciembre 30, 2010

El dilema del diálogo

Es evidente que las Farc están sobreviviendo a una de las crisis más serias que hayan conocido. Han tenido bajas como nunca antes y su cúpula directiva, otrora intocable, tiene que estar refundida para no perecer. Ello no significa que estén derrotados y mucho menos decididos a desistir. Las nuevas condiciones los obligan a replantear la lucha armada y estimula el acercamiento a un diálogo que le dé rendimientos políticos al fracaso que viven.

Muchos sostienen que las Farc están intentando desesperadamente abandonar el narcotráfico buscando nuevos medio de financiación. Se trata de una movida interesante que pretende liberarlos del yugo de narcotraficantes y volver a la lucha armada subversiva. Sólo así podrían consolidar alianzas y alejarse de enemigos como los gringos que no les perdonan su vínculo con el tráfico de drogas. Es un intento para dar un paso hacia afuera de las listas de terroristas. Aquello que en el contexto internacional parecería una buena noticia no lo será para Colombia.

Muchos señalan un recrudecimiento de los delitos más odiosos y terribles contra los nacionales; la extorsión y el secuestro estarían aumentando en varias zonas. El Cauca, los Llanos y regiones que habían vivido un receso de estos vicios anuncian que han sentido la arremetida de los violentos para este final de año con vehemencia. Este fenómeno contrasta con la liberación de secuestrados que se espera para el principio de año, pues lanza a la opinión internacional el mensaje contrario.

Con esta movida las Farc están devolviéndole a Piedad Córdoba presencia e importancia estratégica justo ahora que había sido sancionada por la Procuraduría. Se trata de una medida inteligente; el Gobierno no podía oponerse a las liberaciones y al no hacerlo le ha otorgado a Córdoba una especie de indulto práctico. Sigue siendo ella la comisionada para adelantar tales negociaciones y para representar a la sociedad colombiana ante esa organización dedicada al terror. Córdoba, como quedó probado en la providencia del Procurador, aprovecha estas ocasiones no sólo para liberar a los secuestrados -misión en la que ha sido exitosa- sino que lo hace dando asesoría política a esos asesinos y delincuentes.

La pertinencia del diálogo sigue siendo muy debatida. Quienes la recomiendan sostienen que es la única manera de terminar con la organización. El diálogo es costoso. Las ofertas sociales deben ser suficientemente atractivas para convencer para que los grupos al margen de la ley abandonen las armas. Innumerables crímenes serían perdonados y portentosos asesinos, secuestradores, terroristas obtendrían beneficios. En la negociación con los paramilitares hubo quienes consideraron un exceso las rebajas de penas y eso que éstas eran de prisión.

Nuestra historia está plagada de casos donde la violencia ha sido mecanismo eficaz para obtener resultados políticos. Se trata de una costumbre macabra que tiene que ser extirpada como el peor de los cánceres. Un nuevo diálogo sería una forma más de probarle al colectivo colombiano que la violencia continúa siendo efectiva para obtener beneficios políticos. Simbólicamente debilita los cimientos de la democracia y dilata que el Estado sea el único monopolista de las armas, como lo exige un Estado nacional maduro.

No dialogar implica más violencia ahora, cuando somos nosotros los que estamos vivos; pero podría ser un sacrificio por el futuro. Es un dilema.

El Pais, Cali. 25 de diciembre de 2010

jueves, diciembre 23, 2010

Renacer liberal

Pocas veces unirse en el último momento a una campaña presidencial triunfadora genera algún beneficio, pero el Partido Liberal, luego de apoyar a Santos en la segunda vuelta, se ha convertido en el mayor ganador político de esta elección. Su posición ha ido ganando espacio y se proyecta hacia un crecimiento mayor.

La unión de los liberales con Cambio Radical parece estar a punto de concretarse. Evidentemente, se trata de un esfuerzo liderado por el ministro del Interior, Vargas Lleras, y que no ha sido desaprovechado por las directivas rojas. Con este acto los partidarios de Santos se parten en dos grupos diferenciables: antiuribistas y uribistas. Y la nueva configuración política devela que, tal y como la opinión pública lo percibía, la victoria de Santos ha favorecido más a partidos antiuribistas.

Muchos sostenían que Vargas Lleras usaría su posición para reacomodar y consolidar al Partido Liberal, necesario para su proyecto político. El desgaste de su relación con Uribe lo alejó del apoyo de la U; y los conservadores han sido siempre lejanos a sus aspiraciones. Los liberales se afilian con Vargas Lleras sin dificultad, pues no sólo fueron antes una sola fuerza, sino que el Ministro está en condiciones de acercárseles con ofertas de poder concreto y, más aún, con un proyecto con vigorosos propósitos para la carrera presidencial.

El asunto es interesante, pues plantea dos escenarios; en el primero Vargas Lleras enfrentará a Santos en las elecciones para presidente. De ser así, parece extraño que Santos permita que el ministerio del Interior actúe en contra de sus propios intereses futuros. La segunda alternativa es que Santos intentará mantener el liderazgo entre los dos grupos (liberales-Cambio y conservadores-U); lo que supone compromisos muy sólidos entre Santos y Vargas Lleras, además de un reto difícil.

Las abrumadoras cifras de respaldo al presidente Santos pueden significar dos cosas: él ha logrado atender asuntos que nos congregan a todos; o bien, no ha enfrentado aún la necesidad de mostrar favoritismo hacia ninguno de los dos sectores. Lo cierto es que existe una crisis latente en las relaciones con los conservadores y la U, que se agravará con la unión, pues el Ministro de la política estará comprometido con uno de los grupos.
Se avizoran mayores dificultades por la proximidad de las elecciones regionales. Ahí la nueva alianza tendrá su primer efecto; los liberales-Cambio irán unidos y con el respaldo del gobierno; los godos y la U -todavía sin acuerdos- irán también con apoyo gubernamental. El enfrentamiento entre los dos grupos medirá no sólo el respaldo popular, sino, y sobretodo, la posibilidad de que Santos siga ostentando esa posición suprema ante los dos bandos. Las naturales aspiraciones de poder ahondaran las diferencias y presionarán a Santos, quien pretenderá jugar un papel neutral para mantenerse sobre ambos.

Aún aceptando que Santos puede lograr la concertación entre los uribistas y antiuribistas, sobreviene la cuestión de si es deseable. El país ha perdido potencia en el debate político. Parece que estamos regresando a aquellas etapas cuando todos los partidos eran gobiernistas y lo que pasaba quedaba invisibilizado por los acuerdos entre todos.

La participación de Uribe en las elecciones regionales puede ayudar a detener este fenómeno de confusión política. Cada partido debe izar sus ideales para que el país vea en que consiste cada ideología.

El Pais, Cali. 17 de diciembre de 2010
http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/paloma-valencia-laserna/renacer-liberal

miércoles, diciembre 08, 2010

Wikileaks

El escándalo de Wikileaks develó funciones de la diplomacia que sorprendieron a muchos, sin que aquellas disten mucho de las actividades diplomáticas primigenias. Cuando los Estados desconfiaban unos de los otros y eran potenciales enemigos, la figura de un diplomático era una garantía. Se trataba de un emisario, autorizado para estar cerca del gobernante vecino y comportarse como los ojos del país que representaba en medio de un contexto extranjero. Esos ojos debían estar ahí para observar, sacar conclusiones e informar de los desarrollos políticos. Era fundamental para garantizar que todo lo que hacía un gobierno podía ser visto por los otros.

La diplomacia sigue siendo lo mismo que era: una especie de espionaje que nos recuerda que las relaciones internacionales se basan en la desconfianza. Eso es lo que vemos en Wikileaks, los informes sobre lo que se sabe y se observa de los gobiernos extranjeros.

Si bien los hechos revelados no sorprenden pues analistas políticos ya los pronosticaban, adquieren una certeza perturbadora. El reconocimiento tácito de Brasil sobre el refugio que da Venezuela a guerrilleros de las Farc le da la razón a Uribe y cuestiona toda la movida diplomática del gobierno Santos para recuperar la amistad con el vecino. Así mismo, se muestra que las alianzas en el continente no están dadas por la verdad, sino por ideologías políticas y conveniencias.

Las apreciaciones de Calderón, presidente de México, sobre la necesidad de que Brasil se alinee con EE.UU. en vez de con Chávez, sustentan esa idea. Calderón se refirió a la intervención en política del venezolano en toda Latinoamérica y el peligro que ello supone para nuestras democracias. Se evidenció en varios documentos el vínculo entre Chávez y Cuba, donde hay prácticamente un cogobierno. También quedó en claro que Cuba -como se sabía- recibe a los terroristas de las Farc, ETA y ELN para que se recuperen y descansen.

Más aún, varios documentos y comentarios muestran la preocupación por la cercana relación del líder venezolano con Irán -cuya influencia es creciente en nuestro continente, según la información, especialmente en Venezuela y Bolivia-. Esa situación del Medio Oriente adquiere matices tenebrosos. El programa de misiles de Irán es gigantesco. Ya se los han ofrecido a Siria y esta a Hezbolá. Hay evidencia de empresas fachadas iraníes tratando de adquirir tecnologías para misiles de largo alcance en Rusia y Alemania. Irán tiene además la Guardia Revolucionaria -muy parecida a las milicias bolivarianas- conformada por 125.000 hombres armados que cada semana hacen ejercicios militares.

Numerosos cables comprueban la creciente preocupación de los países árabes por el programa nuclear de Irán que para todos es un programa militar que conducirá a la bomba atómica. Por ello, EE.UU. ha tenido que venderles armas y servicios militares por 123.000 millones de dólares, triplicando los años anteriores; y situar baterías antimisiles en la región. Casi todos los países árabes le han solicitado la intervención a EE.UU. para detener a Irán. Si bien, Emiratos Árabes y Bahrein se muestran partidarios de una intervención militar, los otros la descartan y piden acciones de manera contundente y pronta. La amenaza de expansión del poder fundamentalista de los chiítas es evidente, al igual que el escalamiento del conflicto, pues queda en evidencia que si Irán desarrolla la bomba todos harán lo propio.

El País Cali, 3 de diciembre de 2010
http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/paloma-valencia-laserna/wikileaks

viernes, diciembre 03, 2010

Política judicializada

La polémica que desató el comunicado del ex presidente Uribe había estado latente desde que él era Jefe de Estado. La cuestión que subyace no es menor, se trata de la relación entre la política y la justicia. Se ha vuelto costumbre en Colombia terminar los debates políticos en los estrados judiciales. Es un mal vicio que distorsiona la esencia de la confrontación pública, la toma de posiciones y la oposición a las ideas predominantes.

Llevar la política a los tribunales se entendió como una manera de enseriar los debates, algunos periodistas la recomendaban. La Constitución del 91 arrancó funciones esenciales de la política y las puso en manos de jueces, bajo el supuesto de que convenía un órgano de particulares técnicos que se alejara de la dinámica electorera. Aquello dio lugar a que se mantuvieran esquemas como la cooptación, mediante la cual las vacantes de la Corte Suprema las eligen sus propios miembros.

Aquel supuesto de que existen magistrados puros, libres de vínculos e intereses, es falso. Todos, como humanos, tenemos pasiones e ideales que inspiran nuestras acciones. Precisamente por eso, lo importante en una democracia es que las instituciones guarden cierta sintonía con la voluntad popular. Históricamente la voluntad popular ha tendido a ser más liberal y garantista que la que se produce en los núcleos de poder. Los poderes independientes tienden a volverse impenetrables y los intereses pueden desviarse de aquellos que le preocupan a la Nación.

La Rama Judicial colombiana no está vinculada de ninguna manera con la voluntad popular. Esto es un riesgo y da lugar a evaluar cuál es su agenda política que inevitablemente tiene. No es sano, y así lo señala el ex presidente en su carta, que aún no haya Fiscal. Es una falla de la Constitución, claro, no haber previsto una solución para un evento así; pero es además una mala norma aquella que encarga al ente juzgador de elegir a la cabeza del ente acusador. Es evidente que aquellos son dos poderes que deberían ser muy independientes el uno del otro, más aún cuando la Corte, violando los derechos del hombre, juzga en única instancia a los congresistas. Lo contrario nos retrotrae a los tiempos despóticos, en los que quien acusaba también juzgaba. El Fiscal debe ser independiente. En EE.UU., por ejemplo, aquella es una figura de elección popular, pues la justicia, por sobre todo, debe estar muy cerca del querer social y lejos de las tentaciones de los poderes personales.

Sobre el sonado escándalo, vale la pena relievar algunas cosas que, sin pretender justificarlo, pueden ayudar a explicarlo. El DAS es una de las instituciones más oscuras del aparato estatal, pues, como casi todas las centrales de inteligencia, actúa en los bordes de la ley. 275 figuras de la política pública fueron ‘chuzadas’, de las cuales muchísimos eran partidarios del Gobierno, como Juan Manuel Santos, su esposa y sus dos viceministros; Sergio Jaramillo y Juan Carlos Pinzón, Sabas Pretelt de la Vega y el general Óscar Naranjo, director de la Policía; así mismo, varios parlamentarios uribistas, entre ellos Gina Parody. Aquello lesionó gravemente la intimidad, pero es difícil configurarlo como un complot contra la Corte cuando el abanico es tan amplio. Además, para fortuna del país y hasta lo que conocemos, se limitó a un triste episodio de espionaje, no se causaron mayores daños que hubieran sido posibles, como extorsiones o chantajes.

El País, Cali. 26 de noviembre de 2010
http://www.elpais.com.co/elpais/colombia/paloma-valencia-laserna/politica-judicializada

viernes, noviembre 26, 2010

Corrupción

El índice de percepción de la corrupción desarrollado por Transparencia Internacional nos ubica con niveles similares a Perú, en el puesto 76. Casi en la mitad del camino hacia el puesto 178, donde se ubican los más afectados. La corrupción es una enfermedad; sus síntomas nos afectan, pero muestra problemas en los cimientos de la sociedad, laxitud en el vínculo connacional y, sobretodo, una pobre comprensión del largo plazo. Es, sin duda, el peor de los males colombianos.

La corrupción tiene que ver con poder, con su mal uso y con un beneficio personal. Tiene además la característica de que, en general, lo obtenido por el individuo corrupto es muy inferior al agregado de beneficios arrebatados. En el caso del profesor que no cumple adecuadamente con su trabajo, pero recibe su sueldo, es evidente que los recursos que apropia son inferiorísimos al daño de sus alumnos con educación usurpada. Más aún, parece irracional que aquellos encargados de las obras públicas -que nos benefician a todos, ellos incluidos- decidan arrancarle a la sociedad su progreso y relegarse a ellos mismos y sus familias a las incomodidades que supone la falta de acción gubernamental. La explicación puede estar relacionada con que un beneficio es individual, inmediato y monetario, mientras el otro es colectivo, de un plazo más amplio y, aunque siempre conlleva un daño económico, tiene además una textura no monetaria.

Los escándalos colombianos son tantos y la negligencia tan recurrente que nos hemos convencido de que el letargo de las obras públicas es necesario. Tuve la oportunidad de ver como en los EE.UU. una calle de más de 4 carriles fue pavimentada en menos de 5 días, en obras que se realizaron en las noches y sin interrumpir el tráfico durante el día. Así que sí se puede, lo demás es un desfile de excusas.

No existe una cura para la corrupción, pero habría que intentar medidas. Los teóricos de la corrupción sostienen que subir las penas cuando la capacidad de aplicarlas es baja, no funciona. Por el contrario, el valor simbólico del castigo se vuelve un incentivo para que el pacto entre los corruptos se mantenga. Ninguno dice nada pues la sanción es tan alta que no les conviene. Enfoques novedosos señalan que son mejores las normas donde quien denuncia tiene una pena muy baja, inexistente o incluso disfruta de un beneficio. Ello genera un marco de inseguridad donde hacer pactos corruptos supone un alto riesgo. A medida que se configure un marco donde cada corrupto -público o privado- sospeche del posible daño que el otro puede causarle, serán menos propensos a establecer tales acuerdos.

Las normas procedimentales han mostrado su inutilidad. Los recovecos del procedimiento se vuelven excusas para esconder la corrupción. Una normativa con principios y que exija resultados podría simplificar las cosas para los administradores, los contratistas y los órganos de control.

La visibilidad también es efectiva. En las obras y en una página pública en Internet deberían estar los valores de los contratos, los tiempos estipulados para su ejecución y los nombres de los contratistas, discriminando claramente los socios de cada persona jurídica. Así al menos sabríamos quiénes están a cargo de los desastres con que tropezamos cada día, y existiría la posibilidad de que ejerzamos presión social.

A pesar de los escándalos no podemos condenar a todo el sector público pues, a pesar de los lunares, hay un grupo significativo de servidores públicos comprometidos con el país.
El Pais, 20 de noviembre de 2010
http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/paloma-valencia-laserna/corrupcion

miércoles, noviembre 17, 2010

¿Unasur?

Esta organización fue creada en 2004 para superar la CAN, el Mercosur y la OEA -que incluye a EE.UU-. Imitando el modelo de la Unión Europea, la idea es que para el 2019 Suramérica tenga una integración total, un mismo pasaporte y moneda. Ya fue elegido el Parlamento Andino, sin que los electores supieran o le dieran la debida importancia. Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Guayana, Perú, Surinam, y Venezuela son miembros, y faltan por ratificar el tratado Uruguay, Brasil, Paraguay y Colombia. Se espera que para finales de este mes de noviembre esté completamente aprobado el tratado mediante el cual Colombia se hace miembro de Unasur, esta celeridad en el asunto puede no ser una ventaja para nuestro país.

La necesidad de una organización que nos agrupe es evidente. El bloque suramericano se ha caracterizado por una pobre integración, lo que le ha costado mucho. En esta época las alianzas territoriales y comerciales otorgan ventajas económicas, así, por ejemplo, si como bloque hubiésemos negociado los tratados de libre comercio con EE.UU. y la UE seguramente hubiéramos obtenido ventajas más significativas. La sola integración regional podría potencializar nuestros mercados y hacernos un bloque económico significativo en el contexto mundial.

Los provechos y las intenciones de integración los conocemos desde tiempos de la independencia, pero nunca se materializan. Diferentes factores han influido negativamente; el caudillismo nacionalista, la corrupción, los delirios de importancia y los paralelos complejos de inferioridad que padecemos e imponemos a nuestros vecinos, pero, sobretodo, la falta de un proyecto político que logre recogernos a todos. Esto será, seguramente, lo que afectará la Unasur.

Las ideologías políticas de las naciones no siempre coinciden y si el proyecto no es lo suficientemente amplio para incluirnos a todos, termina por romperse. Aquello se evidenció en el tema del uso de las siete bases colombianas por parte de los EE.UU. Unasur apareció como una entidad con una carga política evidente en contra del gobierno del presidente Uribe. La organización no mostró reparos en las compras militares de Chávez que superan los US$15.000 millones, ni tampoco por los acuerdos militares de Brasil con los norteamericanos.

El reversazo que le dio Santos al acuerdo sobre las bases ha restablecido la amistad con estos vecinos y con la organización. Pero no por mucho que cedamos, las realidades se transforman. Recordemos que es precisamente en estas reuniones de Unasur, donde varios mandatarios latinoamericanos han cuestionado la calidad de terroristas de las Farc. Esto coincide con el deseo de esta organización de querer hablar ante sus miembros. La ideologización de Unasur podría servirle para salirse de su merecida condición de terrorista para alcanzar un estatus político. Quienes son más pesimistas en torno a las cargas de Unasur sostienen que el remplazo de Kirchner será Piedad Córdoba. Aquello sería un desafío y una afrenta a la Justicia y soberanía colombiana, y un paso más hacia los deseos de las Farc.

Precisamente por ello, la decisión del presidente Santos de integrar los mercados y las personas de nuestro país con Perú y Chile es una alternativa más viable. Con estos países compartimos más rasgos ideológicos y tenemos proyectos de desarrollo más parecidos. Ello da mejores perspectivas y podría acercarnos sin riesgos a un proceso de integración.

El País Cali, 13 de novimbre de 2010

domingo, noviembre 14, 2010

Economía financiera

La nueva era económica donde los capitales por sí mismos son capaces de generar valor supone desafíos. La teoría económica tradicional sostenía que la creación de valor surgía de la combinación de los medios de producción, el trabajo y el capital. En las interpretaciones marxistas la propiedad de los medios de producción les permitía a los capitalistas arrebatarle al proletariado la plusvalía (el aumento de valor en la mercancía que surge de la transformación de la materia prima a través del trabajo). El trabajador era explotado, pues perdía aquello que su trabajo había producido y recibía solamente un salario de subsistencia.

Hoy en día la gran generación de riqueza no se causa en las empresas o en la propiedad de los medios de producción, ahora existen los capitales financieros; colocados en una capa superior, financian y especulan sobre el sector empresarial y crean valor para sus dueños.

La venta de acciones de las empresas se inicio como un mecanismo eficiente para financiar las necesidades de capital. Los dueños del capital invierten en las empresas a través de títulos que fragmentan la propiedad, y se constituyen en dueños teóricos; que no interfieren mucho en la administración, pero participan de las utilidades que se producen. El mercado financiero ha venido cambiando las condiciones, ahora las inversiones tienen en cuenta, también, la especulación sobre el precio accionario. La oferta y demanda de acciones alteran el precio tanto o más que el comportamiento de las utilidades. El mercado además permite la transacción de bienes en el futuro, especular sobre sus precios y sus cantidades. Aquel ejercicio es capaz de alterar, incluso, el precio de los bienes reales.

Los capitales circulan y se invierten y en ese solo movimiento generan valor. Se trata de un fenómeno que cambia radicalmente el contexto de la economía. Las categorías marxistas caen en desuso, pues la propiedad de los medios de producción es mucho menos significativa que el capital y su circulación.

Se trata de una capa superior a la infraestructura y superestructura marxista. Las consecuencias que esta nueva conformación económica supone están apenas iniciándose. Los grandes capitales, además, rompen las fronteras de los Estados nacionales. Entran y salen; su desplazamiento otorga nuevas oportunidades de desarrollo y al mismo tiempo es capaz de distorsionar la política monetaria de economías emergentes. Esta nueva forma de generar riqueza nos exige repensar el proceso de desarrollo, pues el mundo que nos espera se aleja ya de ese paradigma. Los Estados nacionales se vuelven insuficientes para regular una economía trasnacional que rompe cualquier posibilidad de tributación incisiva e impide las políticas de redistribución de la riqueza. Es muy posible que la concentración de los capitales conduzca a mayores desigualdades sociales. Los volúmenes de la concentración del capital irán eliminando la posibilidad de que otros agentes tengan acceso.

Paralelamente, en términos de la búsqueda de la libertad que inspiraba al pensamiento marxista, aparece como una oportunidad para liberar al sujeto de aquellos trabajos alienantes, y aun así mantener las economías en plena producción. Si el mundo es capaz de comprender este nuevo fenómeno económico y direccionarlo para que su crecimiento sea benéfico para todos habremos dado un nuevo paso, que da las ventajas del comunismo y las libertades del capitalismo.

El País Cali, 6 de noviembre de 2010

miércoles, noviembre 03, 2010

La santidad de Chávez

Y mientras Chávez y nuestro Presidente se reúnen y celebran el restablecimiento de las relaciones colombo-venezolanas, pasan cosas interesantes.

El Gobierno de España le pidió explicaciones al Gobierno de Venezuela por una “manifiesta cooperación gubernamental” de éste con ETA y las Farc. A través de una decisión seria y estructurada de la Procuraduría, Piedad Córdoba fue destituida e inhabilitada por probados vínculos con las Farc. Ella es la socia más ferviente del proyecto chavista en Colombia. Siguiendo los lineamientos de Ahmadinejad, el líder iraní sancionado por la ONU por su programa de enriquecimiento de uranio que -según muchos- busca convertir a Irán en una potencia nuclear, Chávez anunció el inicio del proceso para tener energía nuclear en Venezuela.

Y no olvidemos que Chávez ha magnificado la carrera armamentística de Venezuela. En millones de dólares: US$13.000 a Rusia, US$200 a Brasil, US$2.040 a España. Y el Mandatario ha dejado muy claro el destino de muchas de ellas: la milicia bolivariana. Como su nombre lo indica es sociedad civil armada y con una clara filiación política. La milicia, según el líder, debe estar muy bien armada, pues llegará a suplantar a la Guardia Nacional en algunas funciones.

Todo coincide con la primera derrota electoral de Chávez. En las elecciones para la Asamblea Nacional de Venezuela no obtuvo la mayoría calificada que antes tenía. Perdió ‘feo’ en Zulia, Táchira y Anzoátegui. Aunque las autoridades venezolanas no suministraron cifras totales a nivel nacional de esta votación, se sabe que la oposición obtuvo algo así como el 52% de los votos. Aún así, la nueva configuración de las circunscripciones electorales de Venezuela le dieron al Psuv, el partido chavista, un numero mayor de escaños en la Asamblea.

No hay que tener mucha malicia para saber que un ejército con filiación política es un peligro. Tampoco para sospechar de tanta coincidencia en torno a los vínculos de su gobierno con organizaciones terroristas. Ni deja duda su proyecto. Y con semejantes alianzas y compras militares no podemos suponer que Chávez está organizando una fiesta.

Mientras tanto en Colombia se pavonean orgullosos por el nuevo estadio de las relaciones con el vecino líder. El magnánimo autorizó el pago de la millonaria deuda a Colombia. La está pagando a discreción y sin afán. Felicitó al presidente Santos por la decisión de no tramitar ante el Congreso el tratado de uso de las siete bases militares colombianas por parte de los norteamericanos.

El hecho nos sorprendió a algunos. Santos como ministro de Defensa parecía convencido de la necesidad de contar con la cooperación de los gringos. Más aún, era un férreo opositor de Chávez, y fue el presidente Uribe el que debió llamarlo a la prudencia. Ahora, es Presidente.

Lo cierto es que ni los colombianos comprenden que está pasando. Todos especulamos, mientras la senadora Moreno dice que hay un cambio de 180 grados frente a la política militar de Uribe; la canciller Holguín dice que todavía no está claro el futuro del tratado.

Y hablando de cambios de la estrategia en este Gobierno, ¿por qué el coronel Juan Carlos Rico, quien diseñó y coordinó la operación Jaque, no fue llamado para el curso de General? Qué alguien nos explique.

El País, Cali. 30 de octubre de 2010

miércoles, octubre 27, 2010

De Moreno a oscuro

Vale recordar que la elección de Samuel Moreno como alcalde de Bogotá no estuvo inspirada en la convicción en su capacidades; muchos votaron por él en contra de Peñalosa. Esos votos inversos siempre resultan costosos. La administración de Bogotá por parte de Moreno ha sido una catástrofe. Colapsó la movilidad. La ciudad tiene muchas vías importantes cerradas sin que se observen obras en ejecución y en el mejor de los casos, realizaciones lentísimas; el Transmilenio ha decaído en frecuencias y no da abasto; el servicio público de buses sigue en el desorden de siempre. Nadie está contento con esa alcaldía y en este contexto aparece el escándalo de corrupción en la contratación.

La capacidad de autocrítica es escasa en política, y precisamente por ello brilla y debe ser exaltada. Da un gran ejemplo el Polo Democrático cuando muestra que por encima de las asociaciones políticas, está la lealtad hacia la Nación y los principios que valoramos. Es un ejercicio que requiere mucha solidez ideológica y exige arrojo.

Sería más fácil un debate con otro partido, pues los ataques servirían para fijar posiciones y ajustar la dinámica gobierno-oposición. La disputa interna puede fracturar la unidad y desprestigiar al partido, pero si el Polo es capaz de terminar con éxito este proceso habrá fortalecido la democracia colombiana y habrá mostrado una madurez que no tiene ningún otro partido.

Se habla mucho sobre las millonarias tajadas que pagan los contratistas al Estado; se dice de las licitaciones amañadas, se asegura que hay renegociaciones absurdas en los contratos, se alega que los ingenieros alteran diseños, materiales, tiempos para su conveniencia. Todos sabemos que hay corrupción, pero a la hora de encontrarla y extirparla se nos esconde. Permanece solapada entre la sospecha y chisme. Se mueve, como todo lo ilegal, en un mercado turbio donde sólo los implicados tienen acceso.

Este caso le da la oportunidad al país para revisar que es lo que está pasando. El conglomerado de leyes que pretende limitar la corrupción generando cada vez más procedimientos se ha convertido en una excusa para encubrirla. Los servidores públicos se excusan en la ignorancia, y prefieren ser calificados de ineptos que de corruptos. Su defensa consiste en mostrar que han cumplido con el tramite legal, aunque el resultado final sea desastroso. El sector privado que contrata con el Estado se esconde en la engañosa posición de que son víctimas de la corrupción, que sobornan porque es casi una obligación.

Hay una asociación nefasta público-privada dedicada a enriquecerse robando a la sociedad. Nos roban y quedan impunes y ricos. No sólo nos arrebatan dinero, es calidad de vida, es desarrollo, es tiempo. Retrasan los procesos colectivos, hacen inútil la tributación y las políticas sociales. Contra la corrupción es más poderosa la presión social que la ley. Es una pelea que le debemos todos a Colombia. Denunciar y perseguir.

Nota: Me sorprendió que la senadora Alexandra Moreno anunciara que el presidente Santos ha decidido no tramitar ante el Congreso el acuerdo sobre el uso de las bases colombianas por parte de los EE.UU. El tema merece que Santos le explique el país si esto es una concesión que estamos haciendo los colombianos para mantener las relaciones con Venezuela y satisfacer a Chávez. Es necesario que el país sepa lo que estamos haciendo para recuperar esos US$786 millones que nos debe Venezuela.

El País Cali 23 de octubre de 2010

miércoles, octubre 20, 2010

El retorno de Uribe

Causa curiosidad lo que va a suceder con Uribe. Es el político que con más prestigio se retira de la Casa de Nariño, así que podría dedicarse a criticar los sucesores como lo han hecho los otros. La diferencia sustancial es que él, en oposición a nuestros críticos ex presidentes, realizó una tarea frente a la cual las mayorías colombianas se sienten satisfechas. El prestigio de su gestión sería suficiente para que sus comentarios no se convirtieran en palabras inoperantes. Su liderazgo es incuestionable, y sus posturas serían capaces de afectar la opinión pública. Se encumbrarían en la posición de un patriarca. Inamovible, infalible y irrebatible.

Aquello no va con el carácter de Uribe, y tal vez por ello ha sabido ganarse la confianza de las masas. Uribe será un ex presidente tan distinto de los otros, como lo fue de presidente. Colombia no ve, desde hace mucho, uno que apenas termina su cargo permanezca en el país, asuma posiciones políticas y las confronte electoralmente. No uno que no asuma el lugar de la oposición, sino decidido a usar su prestigio en beneficio del Gobierno (entre otras porque los últimos han sido reemplazados por sus opositores). No uno que represente una fuerza política que trasciende un partido.

Uribe está asumiendo el riesgo de desgastar su vastísimo prestigio, y más aún arriesga el uribismo. Se ha especulado sobre si el uribismo es una ideología o si se trata del mero producto del poder en torno a un presidente. Sin tener una posición encumbrada -sin ser presidente, ni patriarca- es difícil mantenerse entre dos partidos. Si la U se vuelve su único bastión, los conservadores pueden apartarse y se pierde medio uribismo.

La entrevista del presidente del Directorio Nacional Conservador sobre los acercamientos de Uribe a los godos deja ver esta fisura. Araújo representa un sector conservador que valora las formas institucionales del Partido. En la elección presidencial descalificó a los conservadores que apoyaron a Santos, incluso los amenazó con las expulsiones previstas por los estatutos en aras a conservar la unidad. Pero hay otro sector que encabezan Valencia Cossio y Arias que creen que hay un proyecto político -que encarnó Uribe- que vincula a los godos con la U y que en esa medida es posible hacer alianzas estratégicas que le permitan posicionarse electoralmente.

A pesar de que en la contienda presidencial los conservadores mostraron su abrumadora predilección por el segundo sector, identificado con el uribismo, las directivas no asumieron la derrota. Araújo ya anunció que Uribe es un amigo, pero un militante de la U ajeno al Partido Conservador, y señaló su intensión de “hacer cumplir los estatutos” en las elecciones regionales. Sus declaraciones muestran que la derrota que sufrieron él y toda la directiva azul no tuvo consecuencias. El sector uribista con mayor aceptación entre los votantes, no parece tener mucha representación ni acogida en la directiva.

Buenas intrigas se irán resolviendo en telenovela de la política colombiana: ¿Podrá Uribe mantener su liderazgo sobre dos partidos a la vez? ¿Existirá un proyecto político capaz de incluirlos a ambos? ¿Será posible que los partidos tengan acuerdos estratégicos con otros sin irse deshaciendo como partidos? ¿Podrán los estatutos mantener unido un partido en contra de las convicciones personales de los líderes? No deje de ver que resolverán los votantes.

El Pais, Cali. 16 de octubre de 2010
http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/paloma-valencia-laserna/retorno-uribe

lunes, octubre 18, 2010

Despolitizar el Nobel

Se había dicho mucho que Vargas Llosa no recibiría el Premio Nobel de literatura. Sostenían los entendidos que sus posiciones políticas -calificadas como de derecha- disonaban con la ideología del Nobel, destinado sólo a izquierdistas. El que se lo haya ganado parece liberar a la Academia sueca de un yugo según el cual en el proceso de selección no sólo se analizaba la obra sino, y sobretodo, la ideología de los autores.

La idea de que existe una perversa derecha y una izquierda benévola, hace mucho tiempo que se desfiguró y carece de cualquier asidero en la realidad. Las atrocidades de los regímenes autoritarios se configuran a pesar de las ideologías, los hay tanto de derecha como de izquierda. Ambas corrientes, dentro del contexto del constitucionalismo liberal que inspira los partidos en las democracias modernas, están circunscritas a reglas de respeto hacia la voluntad popular, las libertades individuales y la limitación del poder estatal. Las posturas políticas enmarcadas en este tejido son maneras de priorizar y estrategias distintas, pero que en general pretenden y aspiran a lo mismo. Todo aquello que atente contra esos principios constitucionalistas -sin importar la ideología o intensión que lo sostenga- es lo que debería ser inaceptable.

Así lo demuestran la vida y la obra de Vargas Llosa. A pesar de su ideología o con ocasión de ella, enfrentó los excesos de Fujimori en el Perú. Su obra ha sido prolija en retratar las atrocidades de la dictadura. La Fiesta del Chivo, una de las novelas más excelsas de nuestra lengua, retrata las ambigüedades de Leonidas Trujillo en República Dominicana y con ella estampó la más dura mirada contra la dinámica de las dictaduras latinoamericanas.

Se dice que fueron precisamente las tachas ideológicas del Premio las que impidieron que Jorge Luis Borges, uno de los más grandes de la literatura de los últimos tiempos, accediera al prestigioso galardón. Sin que encuentre justificada ninguna tacha sobre Borges, el hecho pone de presente una cuestión prioritaria, a saber, la importancia del artista frente a su obra.

A diferencia de la ciencia que se reputa objetiva y en esa medida políticamente neutra, la literatura ha sido apreciada como una herramienta política fundamental. La idea de que la literatura puede ser convertida en propaganda política por su autor es un tanto compleja. La literatura como cualquier actividad humana se mueve entre códigos políticos, pero nunca la obra de arte es esclava de su autor. La obra y el escritor son cosas distintas y la obra deambula y produce efectos sin el artista y aún en contra de él. Es imposible entregar un premio a la obra y por eso los premios se personalizan, sin que con ello la integridad de la obra se afecte.

Mario Vargas Llosa era aún sin el premio una de las figuras más importantes de la literatura. Este premio no lo descubre, sólo reconoce una obra dedicada al análisis de las complejidades de la turbulenta Latinoamérica. Es un orgullo para este continente y honor para nuestra lengua dar escritores con semejante potencia. La fluidez de su prosa, la construcción no artificiosa de las historias y los personajes dejan que un lector poco meticuloso las disfrute. Para el lector exigente, la obra abre dimensiones que dibujan los vericuetos de la existencia y donde se develan los más aterradores dolores humanos. Su obra capta la silueta del alma humana.

El Pais Cali. 9 de octubre de 2010
http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/columna/paloma-valencia-laserna/despolitizar-nobel

lunes, octubre 04, 2010

Sin piedad

Las pruebas contra Piedad Córdoba son poderosas, la providencia de la Procuraduría es sólida. Los correos que intercambia Córdoba con Raúl Reyes y otros email de la organización terrorista muestran una cercana amistad y un proyecto político compartido. Ella adelanta acciones y los aconseja políticamente para favorecer a la guerrilla y su proyecto.

A los congresistas de Ralito se los condenó por comprometerse a ‘refundar’ el Estado con los paras; para Córdoba, según los email, el país está esperando quién lo redima y las Farc lo harán a través de una constituyente. Un correo de Reyes dice que Piedad “considera, llegado el momento, estrechar sus relaciones con las Farc con miras a apoyar un nuevo Gobierno… donde las Farc sería parte principal” y remata: “Está comprometida con la obra bolivariana... está en la mejor disposición de lucha”. Los correos de la Senadora terminan con frases como “patria o muerte" y “venceremos”.

Realizar gestiones para la paz no puede significar volverse aliado de un proyecto terrorista. Córdoba se convirtió en una pieza más para la estrategia de las Farc contra el Estado colombiano. Por eso Iván Márquez se muestra satisfecho con su trabajo y lo califica de “sencillamente extraordinario”. Y tiene razón, como lo señala el email que refiere sobre Córdoba: “A pesar de todo ella ve que se abrió un espacio político para las Farc muy importante y que así tenía que ser evaluado... que apoya totalmente la plataforma política de las Farc. No así la lucha armada, pero no lo descarta como opción correcta”.

No sólo son sus acciones, también su asesoría, que ella misma califica como “alta política, es filigrana... es ajedrez”, la comprometen. Les da instrucciones directas sobre cómo deben manejar el tema de los secuestrados. Por ejemplo, les dice que no deben enviar videos sino mensajes de voz. Esa sugerencia -que puede parecer inocua- es perversa. Si ella estuviera representando a la sociedad colombiana hubiera pedido los videos que muestran las condiciones reales en las que está la víctima, en vez de sugerir que se oculte la verdad. El comentario es terrible; ella -al igual que las Farc- convierte a los secuestrados en medios, y los usa. Piedad va mucho más allá: otro email informa que “ella cree que hay que soltar algo y entregárselo a Chávez en la frontera, y que no sea Íngrid ya que el resto les importa un carajo”.

El correo más intrigante es de octubre de 2007, en el que ‘Teodora’ le dice a Reyes que las pruebas de supervivencia tienen que se entregadas de manera que favorezcan la reforma constitucional de Venezuela y Chávez gane “sobrado”. Ese acierto puede significar que en el futuro, en vez de que los ricos colombianos se enriquezcan más vendiéndoles a los venezolanos, Venezuela podría cerrarles los mercados y “quebrará a todos esos tipejos”.

Piedad informa que tiene tres abogados trabajando para obtener la libertad de Simón Trinidad y se colige que tiene otros abogados trabajando por otros camaradas. Semejantes expresiones de ánimo, colaboración, instrucción con los peores terroristas de Colombia no pueden ser tomadas en babia.

La defensa de Piedad se ha centrado en que las pruebas encontradas en la Operación Fénix no son válidas.

El Pais Cali, 1 de octubre de 2010

martes, septiembre 28, 2010

La maldad

¿Cómo puede convertirse una persona en un asesino y un secuestrador? ¿Cómo puede matar familias y destruir pueblos enteros? ¿Cómo puede alguien ponerle precio a la libertad?

Aún de manera teórica resulta difícil entender la maldad. La conciencia humana, en general, juzga por introspección. Parece natural, entonces, que se desplieguen grados de empatía por el otro y se comprendan sus circunstancias, sus motivos y sus dolores. En este contexto, la maldad es, más bien, una debilidad; no poder soportar ni controlar nuestras propias circunstancias. Terminamos actuando en contra de los otros apoyados en un sentido de que se hace por la necesidad individual o por condiciones que consideramos irresistibles.

La maldad es una falta de empatía por el otro que permite convertirlo en un medio para algo; es precisamente la incapacidad de entender el principio kantiano de que el hombre debe ser siempre un fin en sí mismo. Puede haber muchos constructos que le permiten al sujeto disfrazar sus conductas y no sentirse un mal ser humano. La justificación más poderosa sostiene que el mal inflingido es menor que el bien otorgado o que todo ello es producto de falta de educación o privaciones.

Por ello, desde el punto de vista externo juzgar a alguien como malo tampoco es sencillo. El derecho penal intenta tipificar cada una de las conductas que se catalogan como malas. Aún así cuando juzga, verifica el nivel de culpa individual.

Ahora bien, hay casos donde la maldad es tan abrumadora que no deja duda. Son hombres que se saben, se reconocen y se quieren malos. El ‘Mono Jojoy’ está en esta categoría. Era un ser humano incapaz de compasión, que debía disfrutar el dolor de los demás y regocijarse ciegamente entre el poder que una maldad así le otorgaba.

Categorizó a los campesinos como herramientas para demostrar su poder y destruyó pueblos enteros para poseer a esas comunidades. Convirtió a los soldados y a los políticos en monedas para el cambio, sin reconocerles la mínima dignidad humana y los maltrató hasta límites sólo vistos con los nazis. En su guerra contra el Estado, despersonalizó a los colombianos, nos convirtió en medios para algún deseo suyo. Lo suyo debía ser algo como el miedo, el poder, el mando, por eso murió con un reloj Rolex en la mano. Por eso debía morir.

La intención que se invoque para ejercer la brutalidad siempre será insuficiente. La violencia como mecanismo para renovar las estructuras sociales falla radicalmente porque convierte a la población en un medio. Ese es un error insuperable que aleja y distorsiona cualquier razón de bien. La contradicción de que se busca el bien del pueblo y a la vez se lo destruye es tan poderosa que es inaceptable.

El monopolio de la fuerza lo tiene el Estado y todo aquel que decide usurparlo ha de enfrentar su destrucción. El Estado es eterno y ningún hombre puede derrotarlo por la vía del terror. Eso está bien, porque las estructuras estatales –aunque insuficientes e incompletas- deben personificar y velar el querer popular. Y lo que es más importante, están diseñadas para que todos podamos influir en ellas, para que todos seamos parte de ellas.
Los procesos colectivos son mucho más complejos que la guerra. Cambiar, mejorar, construir condiciones exige mucho más que la intimidación. Las sociedades requieren que la pasión y el ímpetu se encarrilen dentro de la legalidad y persuadan hacía la transformación.

El Pais, Cali. 24 de septiembfre de 2010

jueves, septiembre 23, 2010

La sapería internacional

La senadora Piedad Córdoba está tratando de sabotear el TLC con la Unión Europea, en una gira que el país ya conoce porque lo mismo hizo con el tratado de EE.UU. Su actitud es antidemocrática, agrede la soberanía nacional y guarda mucha similitud con aquella infantil que los niños denominan ‘sapo’. Aquel que es incapaz de enfrentar y ganar un debate con reglas internas, y que entonces busca una figura externa -que se supone que tiene poder sobre todos- para que intervenga y desarregle los acuerdos a los que esas sociedad infantil ha llegado.

La oposición está inconforme con los tratados de libre comercio. Según sus visión, aquellos desmedran la economía real y privilegian un comercio que no genera empleos.

Tienen buenos argumentos que se han enfrentado en varios debates a la perspectiva contraria que sostiene que el acceso a otros mercados es pieza clave para que nuestra economía pueda crecer. El Congreso debate y decide; la oposición, minoritaria, es derrotada. Pero algunos, como la senadora Córdoba, no aceptan el resultado y entonces se confabula para romper las reglas del juego. Así, también sucede con sus ideas sobre cómo se debe manejar el conflicto con los narcoterroristas de las Farc. La oposición, y ella en particular, tienen un enfoque y las mayorías colombianas otro. Tampoco se conforman con el debate democrático, pretenden imponerse a toda costa, antidemocráticamente.

Lo que más molesta es que con la acción de la Senadora se está legitimando una especie de intervencionismo de los países desarrollados sobre Colombia. Los tratados de libre comercio son negocios entre naciones de igual jerarquía, nunca la ocasión para coaccionar y pretender una supremacía moral que no existe. Somos soberanos y ningún país, por rico que sea, puede venir a decir cómo debemos lidiar con nuestros problemas. Ese es nuestro asunto. El enfoque según el cual esas ‘democracias desarrolladas’ deben exigir de las democracias en desarrollo el cumplimiento de la ley es ofensiva, ridícula y colonialista. Si en Colombia hay problemas de violación de derechos humanos no es porque el Estado lo avale, es porque hacer cumplir la ley en medio de la convulsión no es fácil. Tan es así, que aquellos ‘desarrollados’ tienen también antecedentes de terribles violaciones de derechos humanos. Me refiero a los continuos casos de xenofobia, y no olvidemos que hace poco esas naciones europeas montaron sistemas extractivos sobre otros países y vulneraron los derechos de los nacionales de esas ‘colonias’. Más aún, con las fugas de Wikileaks quedó claro que los falsos positivos y la violación de derechos humanos suceden en todas las guerras, sólo que se esconden. Nadie dice que esa sea la voluntad del Ejercito o del Gobierno gringo, sólo que pasa, como ha pasado aquí. Precisamente por eso la guerra es terrible.

Irse a buscar papás o profesores que nos exijan como si fuéramos niños es inaceptable. Colombia es de los colombianos. Los muertos, los atentados, los abusos de la guerrilla los hemos vivido nosotros y somos nosotros quienes decidimos cómo los enfrentamos. El diálogo tuvo su oportunidad durante el gobierno Pastrana y los resultados fueron nulos. Además, con los tratados con las cortes internacionales ya no es posible negociar con criminales de lesa humanidad. La guerrilla ya no puede tener opciones políticas, debe rendir las armas y pagar por todos los crímenes que ha cometido.

El País Cali. 18 de septiembre de 2010

viernes, septiembre 17, 2010

Las mafias sólo se trasladan

La polémica en torno a si México vive una situación similar a la de Colombia durante los 80 se concentra en nimiedades, dejando por fuera lo relevante del comentario. Las diferencias pueden ser tantas como se quiera y dependen en gran medida de los aspectos que se analicen. Claro que Colombia tenía un problema de narcotráfico mezclado con el de una insurgencia armada en abierto enfrentamiento con el Estado; esto último México no lo padece. Pero la comparación de las situaciones evidencia que la violencia del narcotráfico no depende de los países, de su gobierno o de la sociedad; la estructura de la mafia y su funcionamiento se reproducen con tenebrosa similaridad.

El combate contra los cultivos ilícitos ha dejado claro que si la presión en un país termina por disminuirlos sobre su territorio, éstos crecen en una proporción similar en un país cercano. Eso no significa que la nación vecina estuviera descuidada, simplemente muestra -para el caso Colombia, Bolivia y Peru- que los Estados están en una especie de competencia y que la mínima diferencia entre sus controles se vuelve un incentivo para los narcocultivadores. Ello revela que el cultivo de la droga no está ligado a parámetros nacionales, sino a un mercado global. Hay un consumo que se suple desde cualquier territorio.

Lo que sucede ahora con México es algo similar, pero más trágico. Los esfuerzos sostenidos de Colombia por combatir el narcotráfico lograron hacer de éste un negocio muy difícil en el contexto nacional y la consecuencia propia de la economía de mercado es que los comerciantes se han desplazado. México resultó un destino ideal por su cercanía con la frontera norteamericana -principales consumidores- y porque ya existían vínculos entre los mafiosos colombianos y los mexicanos, pero bien hubiera podido ser cualquier otro país. No se trata de que México no tuviera suficientes controles. Ningún país está preparado para que las mafias se instalen. Caen como una bomba, son una sorpresa y no importa el grado de desarrollo institucional, el padecimiento es similar.

Los Estados dependen de un pacto social según el cual la mayoría está dispuesta a respetar la ley. La realidad fáctica es que ningún Estado, por poderoso que sea, está en capacidad de contener la rebeldía social. Las mafias ponen a prueba la estructura institucional. Nadie puede estar preparado para sus embates, porque los alcances de su poder corruptor son desconocidos hasta que se instalan. Por supuesto, es una guerra larga que termina por ganar el Estado. No importa cuantos policías o ministros asesine la mafia, siempre habrá otros. El Estado muestra su naturaleza inagotable y termina por derrotar a los individuos. Pero es una guerra larga, sangrienta y muy costosa socialmente.

Ahora tiene el turno México y con seguridad derrotará al narcotráfico. Pero éste flagelo renacerá en algún otro país. No es aceptable que el mundo insista en estos sacrificios simbólicos de las sociedades en desarrollo. Iremos traspasándonos las mafias de frontera en frontera sin final. Debemos aceptar que esta es una guerra que no termina y ello exige pensar seriamente en la legalización.
Si con los recursos que se financia la guerra contra las drogas se implementaran campañas para reducir su consumo, los resultados serían contundentes y se evitaría la inmolación de varios países.

El País, Cali. 11 de septiembre de 2010